La Comisión de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes de las Cortes de Aragón instó ayer al Gobierno autonómico «a seguir trabajando junto al Gobierno del Estado e intensificar las reivindicaciones para realizar las inversiones necesarias para la mejora de todos los tramos ferroviarios que lo necesiten entre Valencia y Zaragoza». La cámara aprobó por unanimidad dos proposiciones no de ley modificadas por el Partido Aragonés (PAR) en las que pedían que se realicen estas mejoras «en un periodo razonable», con «una planificación temporal» y partida presupuestaria «suficiente».

José Ramón Ibáñez (PSOE) defendió ambas iniciativas, en las que se solicitaba reducir las tarifas vigentes, adaptar los horarios a la demanda real de los usuarios y que los trenes del tramo Zaragoza-Teruel y Teruel-Valencia «permitan alcanzar velocidades de 160 kilómetros por hora, para reducir los tiempos de viaje y competir con otros medios de transporte».

Ibáñez lamentó «la falta de compromiso del Gobierno en la mejora de la línea Teruel-Zaragoza, la electrificación del tramo Teruel-Valencia en 2012, 2013, 2014 y 2015, que solo contempla 2,7 millones frente a los 169 necesarios para modernizar el tramo aragonés».

Miguel Ángel Lafuente (PP), se mostró de acuerdo en reivindicar la importancia de esta línea para el transporte de mercancías y de viajeros, a la vez que defendió la política inversora del Gobierno de Aragón y del Gobierno central. Gregorio Briz (Chunta Aragonesista) puso en duda el interés del Gobierno central «a tenor de la ausencia de partidas presupuestarias» para el ferrocarril Zaragoza-Teruel-Valencia. Briz insistió en el copago de este servicio de transporte, «en tres ocasiones: pagamos nuestros impuestos, el convenio con RENFE y el billete».

Miguel Aso (IU) insistió en la necesidad de que el Gobierno central demuestre «de verdad» su voluntad política para apoyar esta línea, «cosa que hasta ahora no ha hecho», en referencia a «una pérdida manifiesta de inversiones de Adif en la red ferroviaria aragonesa». Aso, quien reprochó al PSOE que «tampoco hizo gran cosa», reivindicó la rebaja de las tarifas y de los tiempos de viaje.