Todas las personas tenemos a alguien que es nuestro ídolo en el deporte, alguien al que admiramos en nuestra profesión o una persona que por sus valores y su estilo de vida es un ejemplo a seguir. En cualquiera de estos tres grupos podríamos incluir a Patricia Campos porque como entrenadora de fútbol es una máquina, como militar no tiene techo y como persona ¡Qué decir como persona! Simplemente que todos, da igual hombres que mujeres, deberíamos tenerla como un referente en nuestras vidas.
Patricia es licenciada en Comunicación Audiovisual, es la primera militar española que ha hecho carrera como piloto en la Armada Española, fue jugadora del equipo femenino de la Armada Americana destinada en la base militar de Rota en Cádiz y, además, es la primera entrenadora española de fútbol de un equipo profesional femenino. Supongo que todos los que ayer escucharon su extenso currículum cuando fue presentada en el estadio Castalia, donde hizo el saque de honor en el partido entre el CD Castellón y el Atlético Levante, quedarían anonadados. Igual que me quedé yo cuando supe de ella.
Desde la Asociación de la Prensa Deportiva de Castellón le concedimos un galardón en la última Gala del Deporte Provincial el pasado mes de noviembre en Benicàssim y fue justo a partir de entonces cuando comenzamos a hablar y me contó todo lo que tenía entre manos para este año que acaba de empezar.
Y es que, por si todo lo anterior no fuera suficiente, esta luchadora nacida en Onda lo deja todo para emprender un reto solidario en Kampala (Uganda), donde pasará a entrenar a un equipo de fútbol en el marco del proyecto norteamericano Soccer Without Borders (Fútbol Sin Fronteras). Allí ayudará a los jóvenes más desfavorecidos a integrarse en la sociedad a través del deporte y también tratará de fomentar la igualdad entre hombres y mujeres. Porque el fútbol es una de sus pasiones, pero lograr que se respete la figura de la mujer en todo el mundo es uno de sus retos y estoy segura, conociéndola lo que la conozco, que contribuirá a ello con su experiencia y sus ganas incansables de acabar con este tipo de injusticias.
Todavía no tiene fecha exacta, pero en breve Patricia pondrá rumbo a Uganda sola. Nadie la acompañará en este largo viaje, pero desde España seremos muchos los que seguiremos sus pasos. ¡Mucha suerte, crack!
