El Grado en Criminología y Seguridad de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló ha celebrado una jornada sobre investigación criminal en la que Luis Moya, profesor del departamento de Psicobiología de la Universidad de Valencia, ha abordado la importancia de la neurocriminología para el diagnóstico, intervención y prevención de la violencia.

Moya incidió en la carencia de formación de los especialistas en violencia en aspectos neurocriminológicos. Así, explicó la diversidad de indicadores neurobiológicos que pueden influir en los comportamientos violentos y, por lo tanto, la importancia de que los criminólogos y criminólogas tengan un conocimiento base sobre el funcionamiento cerebral y los marcadores que regulan el comportamiento. «Sabemos mucho y se está aplicando muy poco» afirmó. No obstante, incidió en que no se puede defender un determinismo biológico sino que es un factor más que influye en la predisposición a la violencia junto con otros factores de tipo social y psicológico.

En cuanto a los indicadores neurobiológicos, hizo referencia a lesiones cerebrales, anomalías en el electroencefalograma o diferencias en la respuesta cerebral frente a estímulos eléctricos, entre otros.