¿Qué criterios definen un gobierno abierto?
En el ámbito legal, el derecho a la privacidad es el único límite a la transparencia. Pero, lo fundamental para que ésta sea real es que haya un compromiso de las empresas e instituciones y una adquisición de la cultura de la transparencia, que va mucho más allá de cumplir la ley. La transparencia es una forma de entender la democracia.
¿Cómo ve la situación general de las administraciones públicas?
En muchos casos, hablar de transparencia es solo una línea estratégica de los políticos. En España hemos llegado tarde y ahora estamos en el comienzo del proceso, que creo que ha llegado para quedarse. Gracias a las movilizaciones colectivas y al papel de algunas entidades se ha conseguido que la transparencia forme parte de la agenda política y, por tanto, se legisle sobre ella pero esto no es suficiente. Solo estamos en el punto de partida.
¿Cómo percibe la transparencia un ciudadano?
La mejora de los servicios, el acceso a los presupuestos, a las facturas o a los salarios es necesario aunque a veces solo nos quedamos en esa parte «rosa» de todo este asunto. La transparencia no solo consiste en conocer cuánto cobra un alcalde. La profundidad es mucho mayor. Además, no debemos olvidar que los ciudadanos, en el momento en que estamos informados, también somos corresponsables de lo que pasa.
¿Qué papel desempeña la transparencia en la desafección política?
El desapego a la política es común de las democracias en los periodos de crisis. En nuestro país, el sentimiento que se ha generado es el opuesto. Al contrario del individualismo, los grupos y agentes sociales se han movilizado para cambiar ciertas cosas. En los último tres o cuatro años la corrupción y el fraude son algunos de los problemas que más preocupan a los ciudadanos. Hoy la gente está mucho más mentalizada y habla de política por la calle. La sociedad civil está haciendo una labor importante.
¿Qué salidas laborales puede haber en este ámbito?
La formación es muy importante y puede ser una oportunidad ya que todavía queda mucho por hacer. Por otro lado, el tener acceso más fácil a la información facilita el emprendimiento. En el caso del sector público, las administraciones pueden compartir información y conocimiento para crear proyectos mancomunados y potenciar sus intereses, por ejemplo, en el ámbito turístico, cultural, etc.
