Las elecciones obran milagros. Ayer la Generalitat Valenciana abrió a las visitas las pinturas rupestres y el Centro de Interpretación de Morella la Vella. La masía llevaba cinco años cerrada tras varios intentos fallidos de gestión y adjudicaciones desiertas.
Tras un lustro de cierre la reapertura de las visitas contó con la presencia del director territorial de Cultura, el morellano Francisco Medina, el alcalde de la ciudad, Rhamsés Ripollés y miembros de la corporación local, tanto del PSPV como del PP. La Generalitat Valenciana anunció que las pinturas rupestres se abrirán los fines de semana y festivos de 10 a 14h y el resto de días con cita previa llamando a dos números de teléfono. El anuncio de la apertura de las pinturas rupestres se conocía el pasado día 2 a través de una nota de prensa del PP de Morella. En ella el portavoz local de Morella, José Agustín Amela apuntaba que «es una prueba más del interés del Gobierno valenciano que preside Alberto Fabra por Morella y nuestro patrimonio artístico y cultural». Además, se mostraba confiado en que sea «una primera y definitiva medida para poder ofrecer a todos los visitantes un servicio turístico y cultural de primer orden para disfrute paisajístico y artístico que mejore, si cabe, la oferta turística de Morella».
Diferente era la visión del concejal del PSPV, Ernest Blanch y el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés. El alcalde de Morella apuntaba que el ayuntamiento no había recibido ningún tipo de información por parte de la Conselleria pero, pese a ello, informará de las visitas y posibilidades de Morella La Vella en la oficina de turismo. Para Ripollés el enclave rupestre y la masía «se merecen mucho más de lo que se ha hecho con ella. Tiene una gran potencialidad y ofrece oportunidades para nuestra cultura y turismo. Una gestión adecuada y próxima como siempre hemos defendido». En reiteradas ocasiones el Ayuntamiento de Morella ha solicitado, sin éxito, la gestión de la masía. Todos coincidían en pedir a los morellanos y visitantes que visiten el enclave.
Concursos fallidos
Desde que cerró la cueva de Morella la Vella, el Ayuntamiento de Morella no ha cesado en realizar su petición para gestionar la masía y las pinturas rupestres. Mientras, la Generalitat Valenciana iba por otros derroteros. En 2014 se produjo la última licitación para la gestión de la masía. El concurso quedó entonces desierto. El precio de licitación superaba los 170.000 euros por un total de 10 años, una cantidad inasumible, a tenor del escaso interés que generó la misma.
