Los movimientos de Alejandro Moreno, ex portavoz de Esquerra Unida en el Ayuntamiento de Vila-real, no han dejado de sucederse en los últimos días. Tras anunciar el pasado martes su baja inmediata en la afiliación al partido, el jueves, y después de que así lo pidiera públicamente el coordinador local de la formación, Juan Manuel Balaguer, quien lo tildó de «tránsfuga», Moreno anunció que abandonaba sus competencias en la tenencia de alcaldía y en la concejalía de Solidaridad, Integración y Cooperación internacional. Pese a que el ex edil está a la espera de recibir un informe del secretario municipal en el que se le indique los pasos administrativos a seguir, la decisión está tomada y así se lo trasladó al alcalde de la ciudad, José Benlloch, quien asumirá el área que gestionaba Moreno.
Moreno, que entró en el ejecutivo local en 2011 gracias al pacto de gobierno con el PSPV, Bloc e Iniciativa, valoró que el cuatripartito «ha permitido trabajar de manera cohesionada para lograr una mayor participación de la ciudadanía en las políticas locales, una mayor transparencia y lucha contra la corrupción y más políticas sociales», señaló.
Por su parte, Benlloch y en aras de que la situación de EU «no afecte a la estabilidad del gobierno», mantuvo una reunión tanto con Moreno como con el actual alcaldable de la formación, Alfonso Casalta. En este sentido, el munícipe se comprometió a comunicarles las decisiones y a mantener un diálogo fluido.
Pugna interna
La pugna interna en EU, arrancó después de las primarias cuando Casalta, de 28 años y licenciado en filosofía, se convirtió en el nuevo cabeza de lista del grupo y Moreno quedó en sexto lugar. Tras la impugnación del ex edil, el proceso fue analizado por un comité de expertos y, finalmente, se corroboró la «validez» y «legitimidad» de la candidatura de Casalta. El coordinador local de la formación lamentó el miércoles, en alusión a los primeros puestos de la lista, que «no merecen, ni de lejos esta situación».
Moreno ha dado un segundo paso atrás a instancias de sus ex compañeros quienes aseguraron que iban a llegar más lejos hasta conseguir que «devolviera» el acta de concejal «cumpliendo su compromiso». Como explicó Balaguer, todos los miembros de la lista con la que concurrieron los pasados comicios, se adhirieron a un acuerdo por el que debían «ceder el espacio de representación al colectivo en caso de producirse serias discrepancias». De cara a las próximas elecciones, Balaguer dijo que ya tienen «elaborado al 95 %» el programa electoral y subrayó la «elevada formación y calidad humana» de quienes ahora ocupan los primeros puestos de la candidatura.
