La comunidad educativa del colegio Errando Vilar de Almassora está a la espera de que la Conselleria de Educación inicie la reparación de los daños de la fachada durante estas vacaciones de Semana Santa, tal como se comprometió el pasado mes de febrero. El municipio ha trasladado la Escola de Pasqua a otro centro para facilitar el trabajo a los operarios, si bien la actividad todavía no es visible desde el exterior. Fue la propia delegación de Educación la que comunicó al equipo de gobierno que se haría cargo de los desperfectos aprovechando la ausencia de clases en el centro de la calle Constitución. Aún así, todos los grupos con representación municipal pidieron de forma unánime en el pleno que la institución autonómica interviniera en el edificio para evitar nuevos desprendimientos como los que se produjeron en el último trimestre de 2014.

El Consell calificó como «urgente» la actuación en el edificio, valorada inicialmente en 40.000 euros, pero prefirió programar las obras para esta semana para evitar que se solaparan con las clases. El Ayuntamiento de Almassora tomó las riendas de la intervención en un primer momento para garantizar la seguridad de los usuarios del centro y los transeúntes. Así, retiró las piezas dañadas del material monocapa que recubre la fachada tras conocer los desprendimientos en noviembre.

El consistorio pagó 1.860 euros por esta actuación provisional para evitar nuevas caídas de cascotes a la espera de la intervención integral del Consell. Éste tiene que reparar un nuevo defecto de obra del edificio que tiene seis años de antigüedad.