Un estudio de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló reivindica el periodismo de paz como alternativa al predominio de noticias negativas y violentas. No obstante, el autor de dicho estudio, Alex Iván Arévalo, personal investigador contratado doctor del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la UJI, ha indicado que el desarrollo de este tipo de periodismo requiere de un nuevo marco regulatorio y de una mayor autonomía y capacidad de acción de los consejos audiovisuales.

La investigación denominada «Periodismo y comunicación para la paz. Indicadores y marco regulatorio» considera que «es posible reformular los esquemas discursivos que han llevado a que, según datos de los últimos estudios, tan sólo un 1,6 por ciento de la información que publican los medios se corresponda con historias positivas relativas a avances en la transformación del conflicto», indica el autor.

«Un tratamiento informativo que se basa principalmente en sucesos trágicos y negativos o en hechos delictivos puede condicionar las percepciones sobre el entorno y las relaciones con los demás, incluso algunas personas pueden desarrollar estados psicológicos marcados por el miedo y la desconfianza, limitando así sus libertades, relaciones sociales y posibilidades de actuación en el espacio colectivo», añade.

Al respecto, Arévalo explica que el periodismo denominado de paz o social defiende «la necesidad de desvincularse de la regla de la objetividad que se enseña en las escuelas de periodismo y que se promueve en el ejercicio laboral, especialmente cuando se retratan injusticias y temas sociales en los que no es ético no mostrar un compromiso y un respaldo claro».

El investigador destaca que, frente al periodismo tradicional, «en el periodismo de paz prima la calidad de los contenidos por encima los intereses económicos». «Igualmente, el análisis superficial y descontextualizado que realizan algunos medios convencionales, se reemplaza por una preocupación por explicar y mostrar los factores que originan los acontecimientos», asegura.

Asimismo, aclarado que desde el periodismo de la paz también se reivindica una «mayor presencia de noticias positivas, fuentes informativas que vayan más allá de aquellas ligadas al poder y a las élites y la creación de mecanismos de participación ciudadana en las decisiones editoriales, así como la promoción de dispositivos de supervisión de la ética periodística».

El estudio establece un sistema de indicadores para evaluar la proximidad de un medio a este tipo de periodismo de paz en base a cuatro características como son la denuncia activa de las injusticias y su efecto en la transformación de la violencia; la presencia de noticias positivas y puntos comunes; el enfoque incluyente y diverso en la selección de los temas; y las fuentes periodísticas y la contextulización de las noticias.