La Conselleria de Sanidad aplaza un año la adquisición de un nuevo acelerador en el Hospital Provincial de Castelló y elude ampliar de dos a tres los equipos de radioterapia, los únicos existentes en la provincia.
El consejo de gobierno del consorcio hospitalario, que integran la Generalitat y la Diputación de Castelló, inició ayer los trámites para comprar una unidad de radioterapia. Ambas administraciones venden esta decisión como fruto del acuerdo, pero ha sido Sanidad la que ha impuesto su posición. El acelerador no llegará de forma inmediata, y cuando lo haga será para sustituir a uno de los dos aparatos actuales, no para incrementar la cifra de aceleradores lineales, tal como reclama la diputación desde el año 2010.
La dirección del centro informó que el equipo estará operativo a mediados de 2016 en el nuevo búnker, coincidiendo con el final de la vida útil del acelerador más antiguo -finaliza en junio del año que viene-. La conselleria justifica que la compra de la unidad comporta una compleja tramitación y niega que responda a cuestiones presupuestarias. El coste rondará los tres millones de euros.
Pero con esta decisión, Sanidad pasa la pelota al futuro gobierno valenciano que surja de las elecciones autonómicas del 24 de mayo. Asimismo, los problemas registrados en el hospital seguirán sin resolverse hasta dentro de un año, y tampoco queda garantizado que se vayan a subsanar con el cambio del acelerador más viejo, ya que la última avería se produjo en el más nuevo.
La Conselleria de Sanidad y la institución provincial subrayan que este acuerdo colma sus aspiraciones. El 6 de marzo, un día antes del comienzo de las fiestas de la Magdalena, el conseller de Sanidad, Manuel Llombart, y el presidente de la diputación, Javier Moliner, anunciaron la adquisición del acelerador y pusieron fin a las divergencias públicas que mantuvieron en las semanas precedentes. Días atrás, el conseller desmintió a Moliner, que en el pleno provincial aseguró la compra de la dotación oncológica. «Yo no he hablado con el señor Moliner y no he tomado ninguna decisión», afirmó entonces Llombart, quien también corrigió al alcalde de Castelló, Alfonso Bataller, por asegurar que había mediado en el conflicto ante la conselleria. Sanidad era reacia en ese momento a adquirir el aparato por su alto coste y se acogía a un informe de la empresa de mantenimiento, que sostiene que los aceleradores se encuentran a pleno rendimiento.
Con el anuncio parecía que Sanidad cambiaba de parecer y asumía las directrices de Moliner y Bataller. Sin embargo, la situación no ha cambiado en demasía. Sanidad continúa sin destinar un euro este año para obtener el acelerador, y en 2016 el nuevo aparato remplaza a otro y el hospital proseguirá en la misma situación que en la actualidad.
Por otra parte, el hospital aprobó el convenio laboral con el voto afirmativo de CC OO y UGT y en contra de CSIF. Evitó abordar el salario del ex gerente, que conserva su nómina pese a tener menos responsabilidades.
