Encara el Castellón el partido de mañana en el feudo de La Nucía sacudiéndose aún la resaca de la derrota por la mínima en la ida de la final de la Copa Federación. Cayó el Castellón 0-1 ante el Real Unión pero ya la misma noche del partido el entrenador albinegro, Ramón María Calderé, empezó a hablar de lo verdaderamente importante. Quedan siete partidos para pelear con Atlético Levante y Orihuela por el liderato y afrontar en las mejores condiciones posibles la ansiada promoción de ascenso.

Los tres aspirantes al campeonato juegan a domicilio este fin de semana, en una jornada de contrastes. El líder Atlético Levante visita al colista Utiel. El Castellón, segundo clasificado, visita al penúltimo. No se fía pese a ello Calderé, que recordó en rueda de prensa el último partido de La Nucía: goleó al Ontinyent 5-1. Además, el lateral Pablo Suárez, el extremo Carrillo y el punta Jon Uriarte serán baja por diferentes problemas físicos.

El tercero en discordia, el Orihuela, visita el feudo del Muro, equipo de la zona alta.

Como fuere, el técnico del Castellón siente que su equipo afronta el tramo decisivo del campeonato en un momento positivo. «Tenemos que poner la directa, esperar que el Levante falle y no hacerlo nosotros», indicó Calderé, «el equipo debe ir a más todavía. Queda mucho por hacer y mejorar. No me conformo». En ese sentido, el entrenador agradece que termine la Copa Federación: «Estoy contento de que acabe. Queda un partido. Ahora lo puedo decir. Podremos trabajar de una manera más ordenada. Nos vamos a preparar muy bien».