¿Y ahora qué? El Villarreal B afronta el tramo final de la Liga sin ninguna aspiración más que la de intentar ganar cuantos más puntos mejor. Sin riesgo de perder la categoría y sin opciones de alcanzar la cuarta plaza, los cinco últimos encuentros quedan para sacar el orgullo e intentar ganar cuantos más puntos mejor. Así lo deja entrever el portero guipuzcoano Aitor Fernández que el sábado reapareció ante el Alcoyano después de dos meses de baja por lesión. «Si no fuéramos un equipo filial y estuviéramos en esta situación, sí que nos dejaríamos llevar hasta el final, pero somos un filial y nuestro principal objetivo es siempre trabajar para llegar al primera equipo», destacó.

Al filial amarillo le resta visitar los campos del Olimpic, Elche Ilicitano y Olot, mientras que por el Mini tiene que desfilar equipos como el Lleida y el Nàstic. «Seguimos con el mismo propósito que al arrancar la Liga: ganar cuantos más partidos. Aunque no nos juguemos nada en la clasificación sí que queremos crecer como futbolistas a base de buenos resultados», agregó.

El joven meta de 23 años, que firmó por el filial en enero de 2012, reconoció que esta temporada, al igual que las dos anteriores, el equipo se desmoronó en los meses de febrero y marzo, después de estar coqueteando con las plazas de play-off de ascenso. «Es cierto que en las segundas vueltas se nos esfumaron las posibilidades de estar ahí arriba, y la verdad es que fastidia bastante», dijo.

Por último, Aitor Fernández habló de su regreso tras dos meses de baja por una lesión en la rodilla. «Tenía ganas de volver. Lo hice ante el Alcoyano en un partido complicado y con pocas ocasiones de gol, pero al menos logramos mantener la portería a cero después de las dos goleadas encajas».