El Villarreal C se está abonando a las remontadas. Dos seguidas y lo más importante es que los muchachos de Javier Torres Gómez han aprendido la lección. Hace diez días en el campo del colista Utiel se adelantaron en el marcador y perdieron los papeles de la mano en la recta final, por lo que acabaron sucumbiendo por 3-1. Anoche, los jóvenes jugadores del C empezaron perdiendo y acabaron imponiendo su nivel, su calidad. Su estado de gracia, porque todo suma. Aprovecha el pinchazo del Orihuela y es tercero.

Pocas novedades presentó Javier Torres Gómez en el once. La baja más significativa la del mediocentro Aleix García, que jugó el sábado con la escuadra de Segunda B, y lo hizo muy bien. Su puesto en el centro del campo lo ocupó el extremo diestro alicantino Javi García. Él actuó por la derecha y Manu Viana como un puñal por la izquierda. Larrea y Ramiro moviendo el cuero en la medular, y delante el dúo letal Cristian Herrera-Mario González.

El partido arrancó con un filial dispuesto a que su juego atrevido se impusiese en el marcador. Lo cierto que el juego aguerrido del Ribarrojo no facilitó el juego de la escuadra amarilla. Así las cosas, en el minuto 21 un trallazo a bote pronto del centrocampista local Manu Moreno se coló por toda la escuadra de la portería defendida por Raúl Bernabéu. Era el 1-0 y tocaba remar contra corriente.

El gol espoleó al filial amarillo. Cuando las manecillas del reloj se aproximaban al minuto 45, una espectacular del mediocentro madrileño Pablo Larrea acabó con una asistencia de gol que el valenciano Manu Viana no desperdició y envió el cuero al fondo de las mallas. Se lo dedicó a su abuela, recientemente fallecida. Gol psicológico al filo del descanso para poner el 1-1.

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Reacción

En el segundo tiempo todo salió a pedir de boca. Con mucho esfuerzo. Con mucho sacrificio. Con el 1-1 llegaron los cambios y la emoción. A la cita con el gol no falló el delantero y máximo realizador del equipo, el gerundense Cristian Herrera, que ahora ya suma una docena de dianas. Con el 1-2 llegaron las prisas a los locales, y poco después otro especialista del área. Un artista del gol como el burgalés Mario González, de cabeza, puso el 1-3. Su novena diana esta temporada. Y el juvenil internacional uruguayo Ramiro Guerra se estrenó como goleador con el 1-4 de falta directa.