La festividad de Sant Vicent Ferrer se dejó notar en varios municipios de la provincia que dedicaron el segundo lunes de Pascua a loar a la figura del santo valenciano. En la Vall d'Uixó se vivió ayer con fervor este día de fiesta mayor dedicada al patrón y alcalde honorífico de la ciudad. Los vecinos se volcaron en una jornada donde la participación en las actividades fue masiva especialmente en las celebraciones religiosas y en la feria que se clausuró bien entrada la noche.
De buena mañana el ancestral canto de la aurora anunció la llegada de la fiesta con una parada muy especial en la iglesia de la Asunción. Ya a las diez y media, la ermita del Pare Sant Vicent se llenó para la misa oficiada en valenciano por el párroco Marc Estela, que vive las primeras celebraciones vicentinas en su parroquia. Posteriormente, como es costumbre se cantaron los gozos y se besó la reliquia.
Tras los oficios religiosos, la pequeña campana de la ermita no dejó de repicar durante toda la jornada, tal y como manda la tradición, pues todos los feligreses, vecinos y visitantes, así como niños y niñas tuvieron la oportunidad de hacerla sonar, al mismo tiempo que contemplaban la imagen del santo valenciano.
De ahí, tras el toque de la campana por la reina y damas, la comitiva se desplazó hasta el colegio Sant Vicent donde la pirotecnia Peñarroja tenía preparada una «mascletà» cuya traca de inicio encendió la reina de las fiestas, Miriam Diago. La comitiva, la integraban junto a las festeras, el presidente de las fiestas, David Pitarch, el alcalde Óscar Clavell, y el presidente de Caixa Sant Vicent, Vicent Pallardó, entidad que patrocinó todos los actos de la jornada.
Ya por la tarde, los vecinos de la Vall demostraron el fervor al Pare Sant Vicent con la procesión que partió desde la ermita. Uno de los momentos más emblemáticos y emocionantes fue el saludo que Sant Vicent realiza a la Mare de Déu de l'Assumpció cuando pasa por las puertas del templo parroquial. Además se repitió la imagen del «camino de velas» que lleva a Sant Vicent de retorno a la ermita. Además la feria fue un hervidero de visitantes durante toda la jornada. Las fiestas continuarán hasta el próximo domingo.
En Nules, los vecinos se volcaron ayer en la celebración del día de Sant Vicent Ferrer, fiesta declarada de Interés Turístico Provincial especialmente por las características del ancestral pasacalle matinal de las celebraciones que este año han sido organizadas por la quinta del 90. En dicho pasacalle según las estimaciones del presidente de la quinta, Manuel Gómez, participaron más de un centenar de carros y de 3.500 a 4.000 personas. En este pasacalle participan quintas, peñas, grupos de amigos, al igual que muchos niños, con la condición de que con los grupos vayan carros tirados con caballos o bien vayan a caballo, con un acompañamiento a pie.
El pasacalle transcurre desde la plaza Mayor y cada año varía su recorrido pues debe pasar por las zonas más próximas a los domicilios de los tres clavarios de las fiestas para retornar a la plaza mayor. Punto álgido es el paso, siempre obligado, por la calle dedicada a Sant Vicent donde se monta una hoguera y a la que tanto los carros como los vecinos que van a pie dan tres vueltas según marca la tradición, lo que según el presidente de la quinta «tiene su dificultad porque no hay que chocar ni con la hoguera ni con las casas ya que la calle es bastante estrecha».
A lo largo del itinerario la organización dispuso varios camiones en los que se repartían buñuelos y mistela para los participantes en la «rodà de la foguera». La quinta organizadora fue la encargada de cerrar el pasacalle, con los tres clavarios, elegidos entre los quintos que van cabalgando en caballo. También se celebró misa en valenciano y por la noche la procesión en honor a Sant Vicent Ferrer.
En otras poblaciones como Onda, la Llosa o Xilxes también se festejó el día del santo.
