La ventaja de un filial es que son equipos con futbolistas muy jóvenes, ambiciosos y de mucho nivel. De grandes facultades y con una destacada condición física. El Villarreal C no para de jugar con el balón en los pies o de presionar cuando no lo tiene y eso le permite llegar a la recta final de los partidos con más entereza que los adversarios. Suele asfixiar a sus adversarios en la recta final, cuando las piernas empiezan a flojear a muchos equipos. Y las estadísticas del segundo filial del Villarreal más o menos así lo indican. Y el dato es bastante elocuente y contundente, a la vez que refleja que en el último cuarto de hora de los partidos en equipo de Torres Gómez ha anotado el 41,5% de los goles (22 sobre los 53 marcados). Contrasta con el hecho que en el primer cuarto de hora (del 1 al 15) haya anotado el 7,5%, en decir, sólo 4 dianas. También ha visto mucha portería en el último cuarto de la primera parte. juan f. roca