Las reuniones del PP castellonense suelen consistir en alocuciones desde la mesa presidencial a una disciplinada militancia, que se limita a refrendar por aclamación las decisiones de la cúpula. Esta dinámica se rompió en la Junta Local celebrada el martes, en la que los presidentes provincial y local, Javier Moliner y Alfonso Bataller, respectivamente, escucharon el lamento de las bases a cuentas de la candidatura municipal. El malestar se extiende a la organización provincial por la lista autonómica, como dejó patente la diputada Marisol Linares con su queja pública a través de las redes sociales. Los sectores críticos advierten de que exigirán un congreso extraordinario si hay descalabro electoral.
La composición de la lista de Castelló ha levantado ampollas en la agrupación. La tensión marcó la reunión de la Junta Local, en la que varios militantes pidieron la palabra para expresar su malestar. El principal punto de discrepancia es la incorporación de hasta cinco independientes en los 12 primeros puestos. Cuestionan que se haya relegado a gente del partido para hacer fichajes externos que, en algunos casos, no aportan valor añadido a la candidatura, según consideran.
Uno de los afiliados que intervino se pronunció en este sentido. Advirtió de que los integrantes de la Junta Local no están para hacer de palmeros e incidió en que en la agrupación hay personas válidas y que no era necesario buscar a tanta gente ajena al partido. Desde la mesa presidencial respondieron que el PP no debe mirarse el ombligo,sino abrirse a la sociedad para conectar con los 180.000 habitantes de la ciudad. Según señalaron, el partido se hace grande incorporando a gente de fuera.
Doble rasero
Este discurso chirría al analizar la candidatura autonómica, que no suma independientes y que ha servido para compensar a alcaldes y concejales veteranos que no van a repetir. Son los casos de los munícipes de Almassora, Borriana y Benicarló o de los concejales de Castelló Miguel Ángel Mulet y Marta Gallén. También ha habido que asumir al conseller de Economía, Máximo Buch, pese a no militar en la provincia.
La diputada Marisol Linares, histórica dirigente del PP castellonense, se quejó de las formas tras enterarse por la prensa de que no repite y lamentó la falta de liderazgo en el partido. Una posición compartida por otros relegados, como María Fernanda Vidal.
El malestar en la organización castellonense es evidente. Algunos desplazados ya hablan de forzar la convocatoria de un congreso extraordinario si hay batacazo electoral, como algunos barruntan. Su beligerancia quedará en nada si el PP mantiene el tipo en las elecciones.
El presidente provincial, Javier Moliner, destacó ayer que la candidatura autonómica «se distingue por su juventud y por su elevada formación académica». Subrayó que la renovación «es un hecho, como lo demuestra que la edad media de sus 24 miembros no supera los 45 años». La media sube a 53 años en los diez primeros puestos.
También reseñó que ha buscado «la capacitación personal por encima de todo, como demuestra el hecho de que el 87,5% tiene estudios superiores». Javier Moliner realizó estas declaraciones después de presentar la candidatura autonómica ante la Junta Electoral Provincial.
