Semanas antes de que comenzaran las fiestas de la Magdalena, Alfonso Bataller inició los primeros pasos para elaborar la primera candidatura del PP que lidera de cartel electoral. Se rodeó para ello del pequeño grupo de ediles afines que le han guiado en sus cuatro años de alcalde -Begoña Carrasco Vicent Sales y Juan José Pérez Macián-, con el apoyo en la sombra del presidente provincial. Su objetivo era impulsar una importante renovación en la lista y fichar a personas independientes. Quería desligarse de la vieja guardia heredada de Alberto Fabra y rodearse de su equipo de confianza de este mandato y de personas nuevas con vinculación en la sociedad civil. Llevó el proceso de forma sigilosa para no encrespar los ánimos de los actuales regidores, ya que algunos no iban a repetir y otros lo harían pero fuera de los puestos de salida. Los afectados fueron informados en la mañana del martes, pocas horas antes de desvelarse la candidatura en la junta municipal local

Bataller y su núcleo duro buscaron perfiles ligados a la universidad, bienestar social, cultura y la fiesta con la idea de abrir el partido y reforzar la figura del candidato, del que se admite que tiene un escaso bagaje político. El estreno del alcalde coincide en un contexto en el que las encuestas apuntan una posible pérdida de la mayoría absoluta del PP. Empezaron con una relación de posibles aspirantes y, dependiendo de la respuesta de los mismos, la renovación sería de mayor o menor grado.

Finalmente seis dieron el placet. Sales consiguió la entrada de María José Arquimbau, una profesora de educación especial del colegio Penyeta Roja que se perfila para dirigir el área de Bienestar Social. Detrás de la mano de Carrasco se encuentra la incorporación de Vicent Guillamón, amigo de su marido, destacándose su relación con el distrito marítimo al ser propietario del conocido bar Las Planas y vicepresidente del Club de Fútbol San Pedro. Los otros tres fichajes han partido del propio Bataller. Pensó en Carlos Feliu, ex director del Instituto de Tecnología Cerámica con quien tiene amistad, por su vinculación a la UJI, donde es profesor, y al mundo de la fiesta. De la cultura vio el perfil adecuado en la artista Sara Lloret, a quien conoció a través de su padre, Rafa Lloret, ligado a las representaciones teatrales costumbristas. De María España valoró su relación con los colectivos festeros. Fue reina de Magdalena en 2012, siendo su «galantejador» Carlos Feliu, y trabajó en la Federació de Colles.

Por su parte, Salomé Pradas fue el primer fichaje. Es la única candidata no independiente de los seis y fue una apuesta de Moliner. En la actualidad es directora general de Salud Natural en la Conselleria de Territorio.

Bataller, Moliner, Sales, Carrasco y Pérez Macián guardaron silencio a fin de evitar filtraciones, aunque no impidió que Levante de Castelló descubriera tres de las incorporaciones (Pradas, Feliu y Guillamón).

El martes pasado se reveló a la junta local del PP la candidatura definitiva. Había trascendido que no iban a repetir la vicealcaldesa, Marta Gallén, y el portavoz, Miguel Ángel Mulet, que irán a la lista autonómica, y que la veterana concejala, Marisa Ribes, iba a repetir en puestos destacados. La lista causó sorpresa y malestar -en privado- en la vieja guardia-. Concejales de la actual corporación tenían la ilusión de continuar en la próxima legislatura. Pero las plazas delanteras de la lista han sido copadas por las seis novedades, el núcleo duro de Bataller y Ribes. Carmen Querol ha quedado apartada, y han sido dispuestos en lugares atrasados José Masip, Gonzalo Romero, Joaquín Torres, Carmen Albert, Beatriz Jiménez y Julio Tena.