A falta de siete jornadas para acabar la temporada y con la Liga ya en juego, Marcelino no tiene tapujos a la hora de hablar del nivel de su equipo y sonríe cuando se le pregunta por si hay decepción por no haber alcanzado la Liga de Campeones. Para el técnico, la mayor competición continental nunca fue alcanzable. La sexta plaza es el mayor premio que puede aspirar un equipo del nivel del Villarreal, que probablemente por su buen inicio de temporada y por un cuadro favorable en Copa, ha sido sobrevalorado.

Marcelino pone los pies sobre la tierra: «No tenemos potencial para jugar de tú a tú con Atlético, Sevilla o Valencia. Tenemos un prosupuesto mucho menor y un fondo de equipo de menor nivel, y si hemos llegado a competir contra estos equipos es gracias al enorme trabajo diario de los futbolistas», señaló.

«Estamos cerca de los primeros y jugando un fútbol de un nivel muy alto. Desde mi punto de vista no tenemos capacidad futbolística para competir en igualdad de condiciones con esos equipos, otra cosa es que compitas», ha afirmado Marcelino, que en pretemporada trabajó para competir en «otra Liga» diferente a la que se vieron inmersos.

«Nuestro nivel competitivo es Athletic, Real Sociedad y Málaga. Hemos hecho una temporada muy por encima de lo que yo esperaba en junio, pero hay que cerrarla con sobresaliente», matizó.

Algo difícil cuando en tu plantilla faltan tus mejores futbolistas. Las lesiones en este tramo final de temporada han sido un lastre para el Villarreal y han marcado la bajada de rendimiento del equipo justo en un periodo en el que las rotaciones eran necesaria para subsistir en las tres competiciones. «En la parte clave de la temporada nos han venido lesiones de jugadores importantes y eso deja claro que la temporada ha sido muy exigente. Cuando un equipo tiene que jugar al 200% para rendir al máximo nivel supone una carga física y mental», confiesa. Y si dentro de esas bajas está tu mejor futbolista y el líder del vestuario, como es Bruno Soriano, la cosa se agrava.

«Llevamos 15 partidos sin Bruno, eso es mucho. Imagínate al Real Madrid sin Cristiano 15 partidos», y a eso se suma ahora la de Mateo Musacchio que supuso un duro golpe para la moral del equipo. «Fue difícil porque siempre que un compañero sufre una lesión tan grave es un golpe duro para la plantilla», señala.

El técnico mostró su apoyo al central quedándose con él en la Clínica Cemtro de Madrid tanto el domingo como el lunes, y señaló que el jugador estaba afectado pues se iba a perder el final de Liga y la Copa América con su selección. «Como es lógico es un golpe muy fuerte. Además, la forma de producirse también te genera más impotencia porque no hubo contacto con el rival y no es fácil de entender. Mateo ya había tenido una larga lesión esta temporada y se va a perder cosas importantes. Afortunadamente la lesión era menos grave de lo que podría haber sido», explicó

Falta de gol

Aunque sin Mateo y falta de centrales con la lesión también de Dorado, el Villarreal va a luchar por mantener la sexta plaza por volver a ganar en casa, algo que no hacen desde hace un mes cuando golearon al Celta. Las derrotas en El Madrigal ante Sevilla y sobre todo la última ante el Espanyol han sido muy duras para un equipo que necesita recuperar la hegemonía ante los suyos. «Nos falta ganar en casa porque venimos de dos derrotas consecutivas en El Madrigal y eso hace daño. Nuestra progresión estuvo cimentada en la fortaleza en casa. Tenemos que volver a esos números que nos permitieron distanciarnos en la tabla».

Y para ganar hace falta meter gol, aspecto en el que flojea el submarino, que lleva más de 200 minutos sin marcar un tanto en casa. «Cuando volvamos a ganar dos otres a cero recuperaremos nuestro acierto ofensivo, la verdad es que tenemos algo de ansiedad por marcar», reconoce.

Enfrente, el colista, del que «para nada me fío». «Juegan sin la presión de tener que ganar y eso les hace peligrosos, sus jugadores desbordan con facilidad en ataque y deberemos estar muy atentos para ganar», concluyó.