El equipo de Lucas Alcaraz es mucho más eficaz de cara a la portería contraria en las segundas partes, en las que ya ha metido el doble de goles de los que ha conseguido en las primeras mitades de sus partidos de la Liga. El gol de Casadesús ante el Espanyol confirmó esta tendencia, además de permitirle al equipo valenciano sumar un punto en el tramo final del encuentro que a la postre vale para mantenerse fuera del descenso. Tras las primeras 32 jornadas de la Liga, el Levante acumula treinta goles, de los cuales veinte los ha marcado tras el descanso de sus partidos y sólo diez en los primeros cuarenta y cinco minutos de los mismos. De hecho, el conjunto valenciano concentra la mayoría de sus tantos en los últimos tercios de sus encuentros. Diecisiete de sus treinta goles, es decir casi un sesenta por ciento de sus tantos, han llegado en los últimos treinta minutos de sus choques. El de Casadesus llegó en el minuto 88, cuando apenas quedaba tiempo para la reacción del Espanyol.