Dio de sí el descuento del Castellón-Alzira del domingo. Víctor Pino recogió un envío de Negredo en el área y definió con la naturalidad que parecía haber perdido en los últimos meses. El joven atacante albinegro firmó su primer gol en la segunda vuelta, después de un tramo de la primera en el que resultó fundamental para escalar posiciones en la tabla. Pocos goles tuvieron más valor que aquellas apariciones letales de Pino: aquel que inició la remontada en el Luis Suñer de Alzira, aquel que decantó un partido complicadísimo contra el Novelda en los exámenes iniciales de Calderé en el Castellón.
Quizá por eso, porque tiene memoria, el entrenador del Castellón celebró con rabia el 3-0 en el descuento. Agitó el puño en el aire y subrayó la importancia del mismo en la rueda de prensa. No tanto porque servía para igualar la diferencia de goles con el líder Atlético Levante, aún un punto por delante de los albinegros, sino porque servía para recuperar a Víctor Pino para la recta final de la temporada. «Psicológicamente le vendrá bien», dijo Calderé, «era un gran revulsivo para nosotros».
No solo Rubén
De esa etiqueta de revulsivo intenta huir el protagonista. «No me molesta, pero no gusta», comenta Pino, «cualquier futbolista quiere ser titular y jugar siempre. Lo he entendido porque desde el banquillo he tenido más suerte de cara al gol». Una suerte que se había esfumado en los últimos tiempos y que volvió el domingo, en una tarde que sirvió para reivindicar a los secundarios. «Casi todos los goles los estaba marcando Rubén Suárez últimamente y el míster nos recalcó que tenemos que ayudar todos, nos pidió un extra. Dani Pujol marcó dos y yo pude aportar al final». Una aportación que espera aumentar en las cinco jornadas que quedan para finalizar el campeonato.
Sin tregua, el Castellón afronta una nueva semana con dos partidos. Mañana visita Cullera y el domingo el campo del Atlético Saguntino. «Creo que llegamos muy bien a lo definitivo», asegura Pino, «hemos dado un paso al frente a la hora de controlar los partidos, quizá bajamos algo el físico por los viajes y el calendario, pero estamos muy mentalizados».
En el mano a mano con el Atlético Levante, el atacante albinegro lamenta «los puntos que se nos escaparon, pero estamos ahí y que no se confíen». Por lo pronto, Pino y sus compañeros deben aguardar el pinchazo del rival. Esta semana también juega a domicilio, en el campo del Jove Español mañana, en el del Ribarroja el domingo.
