Hubiese sido injusto que el Villarreal B no hubiera sumado los tres puntos ante el Lleida Esportiu. Por insistencia y por ocasiones se mereció el triunfo el equipo de Paco López, que empezaba a caminar sobre un fino alambre a muchos metros de altura y sin red de protección. Jugó mejor y lo intentó más. Dos tiros al palo de la portería ilerdense y en el minuto 68 Fran Sol firmó el 1-0, en lo que fue su décimo gol esta temporada, y con los tres puntos la permanencia está prácticamente asegurada para el filial amarillo. Y por fin cayó la segunda victoria en casa de 2015 para los muchachos de Paco López.

Se quería ganar por encima de todo. Para empezar a maquillar una segunda vuelta con desastrosos registros en el Mini Estadi, y sobre la marcha empezó a ser obligado ganar porque la victoria parcial del Eldense lejos de casa acercaba la cuarta plaza (por abajo) a cuatro puntos. Eso se traducía en estar a cuatro puntos del descenso y con dos partidos lejos de casa a la vuelta de la esquina. Y a fe de ser sinceros, la tercera plaza que ocupaba el Lleida en la clasificación no quedaba reflejada en el terreno de juego, con la undécima de los amarillos.

El Villarreal B afrontó el partido con su juego bien elaborado. Atrevido. Ambicioso. Un juego al que sólo le falta un poco más de precisión. Sobraron balonazos demasiado fuertes y sin destino. Además, faltó más presencia en el área rival. Todo a su favor ante un rival bien plantado, con muchas tablas. Un equipo hecho para apretar mucho en casa y se seguro en las salidas. Y es que el primer tiempo careció de ocasiones. Sólo destacar un trallazo escorado de Fran Sol (min. 19) que se estampó en el palo izquierdo de la portería de Pau Torres.

Palo y gol

A los dos minutos de la reanudación Fran Sol volvió a estampar el balón al poste. El segundo de su cuenta particular. El tercer remate del madrileño, que el sábado debutó en la Liga BBVA con el primer equipo, en Anoeta, acabó con el cuero al fondo de las mallas, lejos del alcance del portero Pau Torres. Era el 1-0 que empezó a iluminar el camino de la segunda victoria del Villarreal B en casa en todo lo que va de 2015, y con cuyo triunfo la permanencia está asegurada.

Un gol que fue definitivo. Pudo llegar otro. Lo tuvo Nahuel Leiva, pero el balón impactó en la espalda de un rival.