Las romerías y peregrinaciones en honor a los patronos de los diferentes municipios castellonenses se suceden estos días en los pueblos del interior de la provincia. Por ejemplo, durante la jornada de ayer en Vilafranca se celebró la fiesta de Sant Miquel.

En esta ocasión no había mayorales. No obstante, la falta de voluntarios que se encargasen de repartir entre los vecinos el tradicional panecillo no impidió la celebración de esta fiesta, tan característica de la localidad. El párroco de Vilafranca, Rodrigo Monfort, sustituyó los habituales panecillos por chocolatinas, que bendijo y repartió posteriormente entre todos los presentes.

Además, en el peiró próximo a la ermita tuvo lugar la bendición de los términos.

Más festividades

La de Vilafranca no fue ayer la única celebración. En el término de Castellfort los vecinos celebraron diversas actividades en honor de Santa Llúcia. Tras la celebración de la misa en honor de la santa, las mayoralesas, que este año eran Angelines Fabregat Andrés, Carmen Guimerà i Guardiola, Emilia Prades Andrés, Mª Cinta Tena Zandalinas, Mª Luz Alemán Edo, Mª Pilar Centelles Escuder y Mª Teresa Miralles Tena, repartieron la «prima», una pasta allanada con una singular decoración.

Mientras, los vecinos de Ares del Maestrat iniciaron el ciclo de romerías con la celebración de Sant Marc. Por la mañana salieron caminando hacia la ermita de la Mare de Déu de la Font de Castellfort donde se celebró una misa. A continuación un tentempié reunió a buen aparte de los vecinos de la localidad.