Dos clubes de piragüismo de Vila-real han solicitado el permiso para practicar este deporte en las aguas de la parte baja del Millars, después de que el pasado mes de enero se publicara en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la decisión de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) de levantar la veda a la prohibición de realizar actividades náuticas y de recreo en el cauce fluvial para evitar la propagación de la plaga del mejillón cebra.
Así lo señaló ayer la edil de Deportes, Silvia Gómez, quien explicó que una de las entidades está especializada en aguas bravas mientras que la otra se centra en aguas tranquilas y pantanos. Ambos clubes podrían iniciar su actividad este próximo verano aunque, con algunas restricciones dado que la CHJ ha levantado la prohibición de navegar tanto en el río como en embalses como el de Sitjar aunque ha impuesto fuertes medidas de control para evitar la expansión de la plaga y la navegación se podrá realizar aunque en condiciones de confinamiento.
Para evitar la proliferación de esta especie invasora, las embarcaciones solo podrán ser empleadas en el mismo paraje natural. Es por esto, por lo que las empresas o entidades interesadas deberán firmar un documento, por un periodo mínimo de un año, por el que se responsabilizan de que las embarcaciones que se utilicen, en este caso en el Millars, no salgan de la zona delimitada. Asimismo, las canoas, kayaks u otras embarcaciones deberán estar identificadas con una matrícula grabada en ambos lados y, transcurrido un año, tendrán que cumplir también algunos protocolos de limpieza y desinfección, tal y como recoge el reglamento que se hizo público en el BOE.
Siempre con «el fin de evitar la dispersión de la especie hacia otras masas de agua en las que se pueda pretender el ejercicio de la navegación». Las medidas de limpieza incluyen la retirada de todo el agua de la embarcación y la aplicación de un sistema de limpieza a presión para la zona del casco y del motor.
La navegabilidad y pesca en el Millars llegará después de cinco años ya que, a pesar de que en Castelló este molusco invasivo se detectó en 2005, no fue hasta marzo de 2010 cuando se prohibió la actividad en la zona baja y desembocadura del río. El Ayuntamiento de Vila-real podrá ser también otro de los beneficiarios de esta medida. En 2011, el alcalde de la ciudad, José Benlloch, exigió sin resultado que se levantara el veto con el interés puesto en promover la zona del Termet y de la playa recientemente recuperada. Antes de la prohibición impuesta por la CHJ en el río, empresas y clubes de la zona se habían interesado ya por iniciar actividades náuticas en la desembocadura del Millars.
Posibilidades turísticas
La actual situación abre para el consistorio un abanico de posibilidades también desde el punto de vista turístico y económico. En esta línea, el munícipe ha manifestado en varias ocasiones su intención de organizar campeonatos estatales y de adquirir embarcaciones y construir un embarcadero. La tranquilidad de las aguas del Millars permite albergar a públicos de todas las edades. Es en este sentido en el que el primer edil ha mostrado su gran ambición por el proyecto y su interés en que la confederación abriera la mano en cuanto a las medidas impuestas tras la aparición del molusco invasor.
La colaboración con otras administraciones vecinas es otro de los puntos estratégicos para sacar un mayor beneficio del entorno y atraer y fomentar el turismo deportivo y de aventura. Benlloch ya anunció que deja, dada la cercanía de los próximos comicios municipales del 24 de mayo, las negociaciones con municipios como Borriana para la próxima legislatura.
