El sindicato CSI·F celebró ayer el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo recordando al Gobierno central y al autonómico que necesitan mejorar en este ámbito la situación de muchos empleados públicos. La central sindical reclama más seguridad para los trabajadores de las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal y examinadores de Tráfico, revisión del protocolo de autoridad pública del personal sanitario o prevención de riesgos en Bienestar Social. CSI·F) solicita una evaluación de riesgos psicosociales a los empleados del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y a los que realizan su labor en los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS), debido a la saturación de trabajo que sufren. La central sindical recuerda también la indefensión que sufren los examinadores de Tráfico desde que la DGT decidió que las notas habían de comunicarse oralmente, a pie de calle y tras concluir la prueba.