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Castelló defiende que ha seguido los criterios técnicos para combatir el picudo rojo

Gecen denuncia una mala gestión en el tratamiento de la plaga La Justicia investigará a la Generalitat y un total de doce municipios

Castelló defiende que ha seguido los criterios técnicos para combatir el picudo rojo

Tranquilidad en el Ayuntamiento de Castelló tras conocer que la justicia investigará la gestión de la Generalitat y doce ayuntamientos, entre ellos el de la capital de la Plana, por el tratamiento del picudo rojo. La fiscalía ha dado traslado al juzgado de instrucción de una denuncia del colectivo ecologista de Gecen, que censura que esta plaga se propagó en los palmerales de municipios del litoral «por dejadez y no cumplimiento de las leyes y directrices tanto nacionales como de la Unión Europea». Gecen denuncia presuntos delitos contra los recursos naturales, medio ambiente, protección de la flora, prevaricación y la omisión del deber de perseguir delitos.

Frente a ello, el edil de Sostenibilidad de Castelló, Gonzalo Romero, defendió ayer la actuación municipal y, escuetamente, sostuvo que el ayuntamiento se ha limitado a cumplir los criterios trasladados por los servicios técnicos.

La fiscalía de Castelló abrió diligencias penales en octubre y ahora ha dado traslado a las instancias judiciales para que inicien una instrucción. La investigación se cierne sobre el Consell y las localidades que se vieron afectados por el picudo rojo, como Castelló, Almassora, Alcalà de Xivert, Benicàssim, Benicarló, Borriana, Moncofa, Peñíscola, Torreblanca, Vall d'Uixó, Vila-real y Vinaròs. Entre otras posibles omisiones que detalla Gecen se encuentran el «no actuar conforme a la legalidad, no comunicar a la administración superior la aparición y expansión de la plaga, no tomar las medidas adecuadas para poner en cuarentena las zonas detectadas y no permitir el transporte de palmeras».

La plataforma ecologista subraya que el picudo apareció en 2007 en el parque Litoral procedente de un cargamento de Egipto y que a partir de ahí se expandió hacia el Pinar y Benicàssim, en la parte noroeste, y hacia Almassora hasta llegar a Valencia «a través de camiones de caja abierta y sin ningún tipo de medidas». «Ello lo permitieron las autoridades del Ayuntamiento de Castelló, así como de los consistorios por donde se transportaban los restos de palmeras afectadas, y por parte de la Generalitat», sostiene Gecen en la denuncia, que insiste que «no se hizo ningún control fitosanitario y se permitió que se acumularan las palmeras afectadas en vertederos no controlados». «Se convirtieron en un criadero y en un foco de propagación», agrega.

El grupo socialista advierte que el picudo ha acabado con el 12 % de palmeras de la capital de la Plana y denuncia que se invirtieron 900.000 euros de 2009 a 2013 en medidas que se han presentado como insuficientes.

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