El ayuntamiento de Borriana adquirirá dos parcelas de un mismo propietario situadas junto a la Torre del Mar en el Paraje Natural Municipal del Clot de la Mare de Déu. Se trata de dos terrenos que suman algo más de 2.000 metros cuadrados y que el consistorio adquirirá por un montante total de 3.000 euros dentro del paraje protegido y que servirán para aumentar la superficie de ocio y lúdica que, frente al mar, rodea a este vestigio histórico.
«Fue le propietario el que vino a ofrecer los terrenos al consistorio, puesto que allí no se puede construir», explicó el concejal del consistorio Juan Granell. «La intención es ir agrandando los terrenos municipales que hay en el Clot de la Mare de Déu para que todos los ciudadanos puedan seguir disfrutando de este paraje», señaló Granell, que también añadió que la idea era que esos terrenos, «sobre todo alrededor de la Torre de la Mar puedan ser aprovechados para organizar actividades para la población».
Para adquirir estos terrenos, el arquitecto municipal «elaboró los informes correspondientes que confirmaron que el precio era el adecuado para el tamaño y el tipo de terrenos que hay ahí», aseguró Granell. «Ahora, una vez confirmado esto solamente falta llevar la proposición al pleno del ayuntamiento que se celebrará este próximo jueves para poder adquirir estos terrenos», concluyó el edil borrianense.
Por undécimo año consecutivo, ayer comenzó la campaña «Descobrint el Clot», en la que los escolares de la localidad descubren el pulmón verde de Borriana. Así, en diversos grupos de las diferentes escuelas los niños visitarán durante toda una mañana el paraje natural municipal y realizarán diversas actividades en las que conocen tanto la riqueza natural en fauna y flora como la historia del Clot y de la Torre del Mar.
En la jornada de ayer, los alumnos del colegio Padre Villalonga fueron los primeros en disfrutar de una actividad que ya es todo un clásico cuando se acercan las fechas primaverales. Las actividades comienzan bien temprano cuando los pequeños recorren el paraje a pie desde la zona del meandro del río Anna hasta la desembocadura, donde conocen la historia de la Torre del Mar, edificación medieval que servía como vigilancia frente al Mediterráneo. Posteriormente, a la hora del almuerzo conocen la historia de la imagen de la Virgen que da nombre a la zona húmeda y, por último pasan a la parte más deseada por todos: el paseo en barca de remos por el interior del cauce.
