El exalcalde de Vila-real por el PP, Manuel Vilanova, ha sido absuelto 9 años después de la condena firme de año y medio de cárcel y ocho de inhabilitación para cargo público que el Tribunal Supremo le impuso en 2006 por delito contra el medio ambiente y prevaricación por la denuncia vecinal por el ruido de la empresa Rocersa. Ha sido la misma Sala de lo Penal del Tribunal Supremo la que, a través de un fallo dictado el pasado 26 de marzo, ha revocado su propia sentencia de hace casi 10 años después de que el Tribunal de Estrasburgo diera la razón a Vilanova y se llegara a un acuerdo para que el sistema jurídico español pudiera aplicar los fallos europeos que fueran contrarios a lo dictaminado en el Supremo.
En la sentencia se absuelve al empresario de Vila-real, Pedro Llop; y al exalcalde de la ciudad de los delitos contra el medio ambiente, prevaricación y denegación de auxilio. Según recoge la sentencia, el Alto Tribunal hace extensivo este fallo al exmunícipe, a raíz del recurso de revisión que interpuso la procuradora del gerente de Rocersa.
Ayer, Vilanova anunció la noticia en una comparecencia en la que se mostró visiblemente emocionado aunque, como él mismo dijo, estaba «muy contento y satisfecho de que al final la justicia haya hecho justicia», señaló. Asimismo, el exmunícipe quiso relatar el «sufrimiento que he pasado tanto yo como mi familia durante estos casi diez años en los que se me condenó injustamente y sin dejar que me defendiera», indicó. También anunció que reclamará el dinero que ha invertido todo este tiempo en su defensa. En cuanto a posibles reclamaciones por daños y perjuicios no aseguró nada aunque tampoco cerró las puertas. Finalmente, confesó que está «muy a gusto y orgulloso de ser alcalde y me supo muy mal que me echaran de esta forma», concluyó.
Vilanova estuvo acompañado por el presidente del PP local, Héctor Folgado; el candidato autonómico, Alejandro Font de Mora y la coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig. Font de Mora aseguró que Vilanova «ha sido siempre y es inocente» y comentó que la noticia era «una gran alegría para Vila-real y para todas las personas con buena voluntad». Por su parte, Folgado lo tildó como «el mejor alcalde que ha tenido Vila-real» y calificó el caso como un «atropello judicial y político». En este sentido, el también candidato a la alcaldía pidió que tanto el actual alcalde de la ciudad, el socialista José Benlloch, como el resto de miembros del PSPV «tengan decencia y pidan disculpas públicamente por todo lo que dijeron y por la presión a la que sometieron a Manolo», subrayó.
En esta misma línea, se pronunció Bonig, quien quiso expresar el apoyo de todo el partido al que tildó como «una gran persona y un gran alcalde». Asimismo, denunció las «difamaciones» de los socialistas a quienes calificó de «culpables moralmente». Bonig coincidió con Folgado al solicitar las disculpas públicas de Benlloch porque «en política no todo vale», aseguró. Finalmente, subrayó el daño «irreparable que se hizo a la institución y a la alcaldía del municipio, además del daño a Manolo y a su familia», sentenció.
El caso se remonta a los años noventa cuando unos vecinos de la ciudad denunciaron al gerente de Rocersa y a Vilanova por los ruidos que llegaban a su vivienda, ubicada en el PAI Madrigal. Al exprimer edil lo condenaron a año y medio de cárcel y ocho de inhabilitación para el cargo público. Vilanova renunció a la alcaldía en enero de 2007.
