El juvenil del Villarreal, vigente campeón de Liga y de la Copa de Campeones, encarriló su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey tras derrotar con autoridad al Sevilla en el partido de ida. Restan noventa minutos más, pero el equipo de la Plana Baixa entrenado por Javi Calleja dejó constancia de su superioridad. Dos goles en el primer tiempo, al empezar (Rodri Hernández) y al acabar (Iván Cassano), más un tercero mediado el segundo tiempo (Simón Moreno), dejan la eliminatoria muy a favor. Enfrente, el conjunto andaluz de Agustín López, mostró mucho oficio y cuenta en sus filas con jugadores muy aguerridos que no lo pondrán nada fácil el próximo domingo.
El primer tiempo el partido se asemejó más a un buen partido de Segunda B que a un encuentro de Copa del Rey juvenil. Bravura por parte de todos. De los sevillistas se sabía que eran un equipo contundente. Jugadores todos de muy buena talla y de los que no se lo piensan dos veces a la hora de meter la pierna. La escuadra de Javier Calleja supo leer muy bien el partido y a base de juego atrevido y de un alto nivel de efectividad se marcó al descanso con un 2-0, gracias a dos goles psicológicos.
El primero a los once minutos de juego. Falta escorada botada por el gaditano Álvaro Belizón y el mediocentro madrileño Rodri Hernández, de magnífico testarazo, superó a la defensa y al portero Juan Soriano. Con ese 1-0, el Sevilla tuvo mucho el balón. A base de fuerza y empuje quiso imponer su ley. Dos estiradas de Ximo Miralles y poco más.
Atrás estuvieron sensacionales los centrales Genis y Mathi; los laterales no dejaron apenas resquicios, Miguelón y Javi Jiménez; el centro del campo tuvo en Rodri y Cassano a sus propietarios. Por las bandas buscaron espacios Belizón y Alfonso. Y arriba lucha de titanes con Mario González y Simón Moreno.
Y cuando el delegado Miguel Escorihuela se aprestaba a levantar el tablero de la prolongación (un minuto) una gran jugada del burgalés Mario González acabó con un pase medido al alicantino Iván Cassano y éste con mucha calidad y frialdad envió el cuero a la red. El 2-0 y pitido de final del primer tiempo.
En el segundo tiempo hubo mucha igualdad. Las áreas no se pisaron mucho. El Villarreal jugaba a aguantar bien el resultado y en salir en una contra y firmar el gol de la sentencia. Así llegó el 3-0 que dejaba la eliminatoria casi sentenciada. Un centro el cordobés Alfonso Pedraza fue cabeceado a la red por el onubense Simón Moreno, para ampliar la renta.
