Los abogados de la defensa, en representación de las aseguradoras de Iberdrola y Montelpa, desacreditaron los estudios aportados por la plataforma de afectados en los que se incluía el posible daño medioambiental que habría causado el incendio que tuvo lugar en la comarca de l'Alcalatén en 2007. Los letrados criticaron que el informe del profesor Salvador del Saz se basara en «una hipótesis» y que realizara una «extrapolación» de las consecuencias de un incendio en el Desert de les Palmes a las posibles consecuencias en l'Alcalatén, ya que «el Desert tiene la condición de Parque Natural y la zona afectada no», argumentó el abogado de una de las aseguradoras. Asimismo, coincidieron en afirmar que, a tenor de los acuerdos alcanzados con unos 500 propietarios, dichas cantidades se podían tomar como referencia, además de resaltar que ninguno de ellos reclamó por daños ambientales. A este respecto, otro de los letrados hizo alusión a que incluso algunos de los testigos que han declarado en el juicio no han reclamado dichos daños «porque no saben ni lo que es». Por último, la defensa jugó otra baza que fue alegar que en la zona afectada predominan las fincas abandonadas porque no hay un cultivo rentable, por lo que las pérdidas económicas son mínimas.
