Hoy se reúne el consejo rector del patronato municipal de fiestas para aprobar los balances de 2014 así como el informe de la liquidación de la vieja fundación, que fue disuelta en diciembre. Los informes del interventor municipal, tal como ha publicado ese diario, ponen de manifiesto una falta de control público en la fundación en sus años en funcionamiento. Esta estructura ha contravenido el Régimen de Grandes Ciudades desde que se incorporó Castelló en 2006. Con esta normativa, la fundación se ha tenido que convertir en un patronato, un paso que definitivamente se ha resuelto este año, con nueve años de retraso. Con la fundación, la gestión económica dependía de la Junta de Festes. Este ente privado actuó como una empresa privada con la fundación, sin seguir la ley de contratos públicos. Ahora, con el patronato, el consistorio se ha hecho cargo de las contrataciones, lo que incrementa la fiscalización de las cuentas de fiestas. En 2014 se activó el patronato pero siguió operando la fundación, lo que dio pie a unos balances confusos, con gastos privados que son ignorados por el patronato porque se incluyen en una fundación que en teoría ya había sido sustituida, una anomalía que expone el interventor
Los grupos de la oposición reclamarán hoy transparencia al patronato municipal de fiestas. EU denuncia que continúa la «opacidad».
