Los diseñadores de las señales de tráfico en el bulevar Blasco Ibáñez de Castelló olvidaron a las personas con movilidad reducida, porque de otra forma no se entiende que estén colocadas en medio de las aceras. Estos elementos dificultan el paso de los viandantes con discapacidad y, según la asociación vecinal, se encuentran en esta ubicación desde que se inauguró el bulevar hace una década.
La cuestión es que, según otras fuentes vecinales, se han instalado nuevas señales en los últimos meses, lo que ha llevado la voz de alarma al barrio. Las redes sociales también se han hecho eco de esta circunstancia. No es sólo una señal la que ocupa la acera, sino se trata de una ristra de paneles de tráfico los que están dispuestos encima de las aceras.
Como alternativa, los residentes con discapacidad o las parejas que pasean con sus hijos en carrito caminan por el paseo central del bulevar y evitan estas aceras, pero los residentes más próximos exigen que se desplacen fuera de las aceras.
Según la entidad vecinal, el ayuntamiento es consciente de ello y el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Mulet, se ha comprometido a dar una solución en un plazo breve de tiempo.
Esta denuncia se produce justo cuando el equipo de gobierno acaba de aprobar el primer plan de accesibilidad de la ciudad, que contempla una serie de actuaciones para garantizar la circulación de la población con movilidad reducida, entre otas, la retirada de los obstáculos que permanecen en las calles.
Esta hoja de ruta se desarrollará por fases y el primer itinerario, previsto para este año, se prolonga desde la UJI hasta el Grau. En el bulevar Blasco Ibáñez se adelantará el traslado de la señalización, según la asociación.
