Muchas partidas en juego sobre la mesa política durante las dos próximas semanas. Cierto es que el PP ha vuelto a ser el partido más votado a nivel provincial, lo que ha facilitado 66 mayorías absolutas frente a las 33 del PSPV, 3 de Compromís, una de EU y una más de una agrupación independiente, pero estos datos se desinflan al comprobar que de esas 66 alcaldías absolutas para el PP, únicamente dos, Peñíscola y Alcalà de Xivert, corresponden a localidades de más de 5.000 habitantes. Tampoco está para sacar pecho el Partido Socialista, que se queda también con solo dos alcaldías de los 20 municipios más poblados de Castelló, Almenara y Vila-real.

La realidad del día después nos dibuja un mapa en pleno movimiento ya que, de la lista de ciudades de más de 5.000 habitantes, nada menos que 15 de ellas están pendientes de unos pactos que, en muchos de ellos, puede llevar a la oposición a un Partido Popular que ha gobernado con mayoría absoluta durante estos cuatro años.

La gran batalla es, sin duda, la capital de la Plana, con una derrota sin paliativos del Partido Popular que, pese a ser el más votado, tiene todos los números para irse a la oposición si, como parece, llegan a un acuerdo PSPV, Compromís y Castelló en Moviment. Otras localidades de este «top 20» donde el PP parece alejarse de las alcaldías son Benicarló, Vinaròs, Segorbe, Almassora, Moncofa, Borriana, l´Alcora, Onda y la Vall d´Uixó, donde aún deben iniciarse unas conversaciones que podrían dar mayorías cualificadas a los partidos de izquierdas. Más opciones parece tener el PP en las alcaldías en Nules, Orpesa, Borriol, Torreblanca y Benicàssim, aunque en todas ellas hay mucho que hablar entre las numerosas fuerzas que han logrado representación en los diferentes consistorios.

Lo cierto es que el panorama en estas dos semanas de negociaciones podrían apuntalar la debacle del PP en unas elecciones municipales que deja tras de sí datos para la reflexión. El recuento global, a falta de los votos del extranjero, recoge que el Partido Popular ha ganado las elecciones con 96.384 votos, lo que supone el 32,69 % del total y 529 concejales. El PSPV se ha quedado en 83.780 votos, que es el 28,42% de las papeletas depositadas y 376 concejales. A Compromís han ido 36.354 votos (el 12,33%), que se traducen en 87 concejales, mientras que Ciudadanos irrumpe con 24.358 votos (8,26%) y 31 ediles. Finalmente, Esquerra Unida baja a 12.224 votos (4,15%) y 19 concejales. En comparación con 2011, el PP ha perdido casi 43.000 apoyos, mientras que la caída ha sido más suave para el PSPV, con 3.248 votos menos en las urnas. La distancia entre los partidos tradicionales se ha estrechado de forma significativa, pues de los casi 19 puntos de diferencia entre ambos en 2011 se ha pasado a cuatro puntos. Pero sin duda el resultado más espectacular es el de Compromís, que prácticamente ha triplicado sus apoyos, y resulta curioso el ocaso de Esquerra Unida, que consigue cinco concejales más que hace cuatro años pese a perder unos 600 votantes.

Otros datos relevantes apuntan a Castelló en Moviment, colectivo que tiene mucho que decir en la capital de la Plana y que se ha convertido a nivel porcentual en la sexta fuerza de la provincia. Desaparecen del espectro político formaciones como España 2000, que ya es historia en Onda, y hay que rastrear mucho en la lista para encontrar a uno de los grandes «cadáveres» políticos de estos comicios, UPyD, con poco más de 2.000 votos en las comarcas castellonenses, de los que 1.400 son de la capital de la Plana.