Las principales centrales sindicales del azulejo (UGT y CC OO) convocaron ayer una primera manifestación para protestar contra los recortes que plantea la patronal (Ascer) en el convenio colectivo. Decenas de trabajadores recorrieron las calles del centro de Castelló en una muestra de fuerza de cara a las negociaciones con Ascer. A la marcha también se sumó la Intersindical. Denunciaron que las pretensiones de la organización empresarial suponen una merma de derechos y vacía de contenido el actual convenio.
Las posiciones de la patronal y de los sindicatos se encuentran totalmente enquistadas y en las diversas reuniones que han mantenido no habido ningún atisbo de avance. Ascer quier nuevos ajustes en las condiciones laborales y esgrime la situación de incertidumbre de los mercados internacionales. Los sindicatos afirman que estos planteamientos son «inasumibles» y que representarían pone fin a los derechos conquistados en estos años de democracia por los 17.000 trabajadores del sector.
Ayer pusieron de manifesto su desacuerdo con Ascer con una manifestación en el centro de Castelló, con la pretende forzar a Ascer a suavizar su propuesta inicial.
Los sindicatos consideran plausible plausible renovar por un plazo de dos años el convenio en las actuales condiciones. También asumen la moderación salarial pero no una congelación como solicita Ascer.
Ascer plantea flexibilizar la jornada, suprimir las horas extraordinarias, ajustar las vacaciones y no superar un incremento retributivo del 0,3 % para cada año de vigencia.
La revisión salarial es inferior al acuerdo de la negociación colectiva 2015-2017 que acaba de alcanzar a nivel nacional la CEOE y sindicatos. Éste contempla un incremento de un 1 % en 2015 y de un 1,5 % en 2016.
El azulejo se regula ahora mediante el antiguo convenio colectivo, que se encuentra prorrogado. Expirará en 2017 si no se alcanza un pacto y entraría entonces en vigor el Estatuto del Trabajador.
