Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los retos de la UJI

La Universitat Jaume I pone deberes al futuro Consell

La Universitat Jaume I pone deberes al futuro Consell

Las universidades valencianas se juegan su futuro tras años de sueños rotos por una financiación insuficiente, unas tasa demoledoras y una investigación asfixiada. La Jaume I de Castelló suma a ese mal común una ampliación cortada de raíz por la Generalitat, que ha dejado en la sala de partos una Facultad de Ciencias de la Salud que ya debería estar en la cuna. Aún desconocen los rostros y los nombres con quienes deberán tratar en este mes de junio que comienza, pero mientras PSPV, Compromís, Podemos y Ciudadanos aclaran qué Consell arrancará las próximas semanas, las universidades, al menos desde la UJI, ya le ponen deberes antes del verano y decisiones clave para el devenir del campus castellonense en estos meses.

Uno de los principales campos de batalla es la Ley de Financiación de las Universidades que prometió hace tiempo el sentenciado gobierno de Alberto Fabra, pero que ha incapaz de tramitar. Se trata de un paso fundamental para el rector de la UJI, Vicent Climent, quien lo considera básica para mantener y mejorar la excelencia educativa y la labor investigadora. Nada menos que 7.000 millones de euros en el periodo 2010-2017 era la cantidad que debía marcar un horizonte definido y estable para los centros universitarios valencianos, pero se quedó, de momento, en una mera quimera.

Competitividad

Esta plan marcaba que una gran parte del dinero que debían recibir las universidades tendría que ir marcado por sus resultados, fomentando así la competitividad entre ellas, pero la realidad actual es que el dinero que aportan las arcas autonómicas, como reconocen fuentes de la UJI, apenas da para cubrir gastos.

La deuda es otra batalla. El gobierno valenciano del PP hace las maletas arrastrando un impago de 19 millones de euros a corto plazo con la UJI y un compromiso de mínimos de poder abonar antes de final de año 5 millones de euros, algo que ahora queda en el limbo.

Sobre la deuda histórica, el Consell y las universidades suscribieron un acuerdo por el que la Generalitat asumiría el 50 por ciento del dinero pendiente -377 millones de los 768 totales-, que en el caso de la UJI sería recibir 40 de los 80 millones que le correspondía recibir en plazos hasta el año 2022. A cambio, la administración autonómica se comprometía a realizar infraestructuras que las universidades consideran «prioritarias», por un montante de 49 millones de euros, entre las que incluyó la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Jaume I. Desde la UJI quieren saber en qué situación quedan estos acuerdos y, en especial, el futuro de su tan reclamada Facultad, a la que no piensan renunciar.

Tasas

Importante, y urgente, será la definición de las tasas universitarias por parte de los nuevos gobernantes, un tema que se debería definir en un plazo de un mes ya que el Consejo de Universidades se suele reunir a principios de julio. La posible revisión a la baja de los precios, solicitada durante años por los estudiantes, puede suponer en cambio un problema añadido de ingresos para las universidades si no se concreta bien el plan de financiación ya que, más o menos, las tasas suponen un 20 % de su presupuesto.

Prácticas

Otro campo de debate será el de la política aplicar para las prácticas de los alumnos del área de la Salud ya que, en principio, había un amago de acuerdo por que fuesen los estudiantes de las universidades públicas los que tuviesen prioridad frente a las privadas para poder acceder a centros sanitarios. El exceso de matrículas en carreras como Medicina o Enfermería provoca cierto colapso en los hospitales a la hora de conceder prácticas, y el deseo de la UJI es que los nuevos gestores del Consell lo regulen.

Compartir el artículo

stats