Recuperar los principios éticos de la religión en la escuela como garante «frente a la crisis moral y espiritual que padecemos» y que son «causas principales de la crisis económica y social». Este es el mensaje que traslada el obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López, en una nueva campaña de la Iglesia con el objetivo de que los padres y madres inscriban a sus hijos en la asignatura de religión el curso que viene. Los datos de los últimos años revelan que el goteo de alumnos que dejan de lado los fundamentos del cristianismo para optar por asignaturas alternativas ha ido en aumento, hasta el punto de que hoy en día casi están a la par. Por tal motivo, se ha activado un programa para alentar a sacerdotes, catequistas y fieles en general a que «ayuden a padres y madres a valorar esta asignatura, tan necesaria para una educación integral humana y cristiana».
Casimiro López, en una de sus últimas cartas, ha dejado claro a las familias «que no basta con la catequesis», sino que «es necesario apuntar a los estudiantes a la clase de religión», pues es la que «establece los cimientos de una personalidad equilibrada, libre y responsable». Más directo se muestra el obispo a la hora de recordarle a toda la ciudadanía que «en esta vida no todo consiste en trabajar, tener, gastar y disfrutar«.
En este sentido, le recuerda a los padres y madres que en clase de religión los niños y niñas «podrán adquirir una serie de principios y criterios, de virtudes y de valores, sin los cuales el ser humano queda expuesto en su vida al albur de modas y de manipulaciones interesadas». Y no duda Casimiro López en vincular esta falta de apego por lo religioso con numerosos de los males que afectan a España en temas políticos, sociales o económicos al insinuar, sin reparo alguno, que «especialmente en estos momentos de crisis y de corrupción en tantos órdenes de la vida» se debería volver a «la necesidad de transmitir a nuestros hijos los principios éticos y morales» que recoge la asignatura de la religión».
Por otro lado, recuerda que la administración educativa, los colegios y los institutos «tienen la obligación de facilitar el ejercicio real de este derecho fundamental que a todos les asiste, que a nadie perjudica y que beneficia a quien lo recibe», concluye el prelado de la diócesis Segorbe-Castellón.
Los datos del curso pasado reflejan que, en los centros escolares de la provincia de Castelló, en torno al 57 por ciento de los estudiantes habían optado por la asignatura que fomenta la Iglesia, que ya eran unos cuatro puntos menos que en el ejercicio anterior, de ahí que se quiera volver a incidir en una nueva campaña para evitar que siga decayendo.
Por edades, la religión es solicitada por la mitad del alumnos en Educación Infantil, pero ya en Primaria, quizás por ser la época en la que los niños y niñas toman la Comunión, el porcentaje sube de forma notable, llegando al 65 por ciento del alumnado, si bien tampoco ha escapado de una constante reducción de niños y niñas que dan la asignatura.
Cuando los estudiantes pasan a los institutos es significativo que esta materia pierde bastante peso, pues en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en Castelló, según los últimos datos, quedó en el 52 %, porcentaje, que bajó al 42 % en Bachillerato.
