Las pinturas rupestres de la Valltorta-Gasulla, pertenecientes a localidades como Tírig, Ares, Albocàsser o les Coves de Vinromà formarán parte el proyecto Google Culture que ofrece a los internautas la posibilidad de ver en altísima resolución obras de arte. Así lo explicó ayer Juan Ruiz, responsable del proyecto 4D VULL que está monitorizando e investigando las pinturas rupestres en diferentes abrigos del Maestrat. Si el sábado los responsables de la iniciativa ofrecieron una jornada de puertas abiertas en la Valltorta ayer lo hicieron en el Cingle de la Remígia.
Decenas de visitantes se quedaron sorprendidos al ver cómo, mediante la fotografía giga pixel y otras tecnologías que se están aplicando se pueden apreciar con detalle hasta los trazos de las pinturas rupestres. De hecho, a través de la pantalla de una tableta o de un móvil será posible aproximarse hasta el máximo detalle de las pinturas rupestres; unas figuras que en otros casos son prácticamente imperceptibles a la vista.
En la visita que se organizó ayer los asistentes pudieron escuchar las explicaciones de las pinturas del guía Francesc Bellmunt, pero también ver de manera privilegiada cómo trabajan el equipo de científicos que están monitorizando al detalle la evolución de las pinturas.
De hecho, además de hacer posible que las pinturas rupestres se vean a un tamaño y con un detalle hasta ahora imposible, los investigadores también explicaron cómo están llevando a cabo un proceso de termografía que les permite identificar la temperatura de la roca. Así determinan qué partes de los abrigos presentan más riesgos para las pinturas. Y es que las pinturas rupestres se asientan sobre rocas expuestas al sol y en constante evolución. Es por ello que la monitorización e identificación de las mismas es «clave para que, si un día, por cualquier circunstancia, se pierde una figura, seamos capaces de volverla a reproducir con total exactitud».
Los investigadores también tienen en cuenta los calcos originarios que realizó el pintor Porcar en los años 30. La iniciativa está financiada por el Ministerio de Cultura y liderada por el Ayuntamiento de Tírig, que junto a los de les Coves, Albocàsser o Ares, apuestan por tener un detallado estudio de las pinturas que se conservan en sus respectivos términos municipales. Durante este año los científicos seguirán realizando visitas a los abrigos con el fin de determinar su evolución. Requeridos por los visitantes apuntaron que el seguimiento de las pinturas es clave para garantizar su conservación futura. Y es que se trata, junto con la arquitectura de la piedra en seco, del único patrimonio de la humanidad con el que cuentan las comarcas de Castelló.
Nueva pasarela
Los científicos apuntaron que su objetivo es, además de garantizar la conservación de las pinturas, profundizar en su difusión. Una ayuda será la nueva pasarela con 38 metros de longitud que se ha instalado entre la Cova Remígia y el Cingle de la Remígia. Esta estructura metálica sirve para unir ambos abrigos y permitirá a los guías hacer más compatible la visita a ambos enclaves, hasta ahora separados por un camino de 500 metros.
