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La depuradora de Moncofa comienza a operar en pruebas y entra en su recta final

El consistorio inicia las obras del colector que cruzará el río Belcaire Picher asegura que estará lista «en un mes»

La depuradora de Moncofa comienza a operar en pruebas y entra en su recta final

La nueva depuradora de Moncofa, necesaria para evitar los vertidos de aguas fecales que se venían repitiendo en la zona de Camí Cabres, ha entrado ya en fase de pruebas por lo que, en pocos meses, la infraestructura estará en marcha para solventar los graves problemas de depuración que tiene la localidad.

Según informó el alcalde Jaime Picher, en la depuradora ya han comenzado en período de pruebas «con aguas fecales esta misma semana, tras realizarlas con agua limpia primero» y por otra parte «también estamos realizando desde el ayuntamiento las últimas obras necesarias que era la canalización que atravesaba el río Belcaire para conectar el norte y el sur» todo ello «junto a todos los trámites administrativos que comporta».

Estos avances a tres niveles distintos permitirán que la infraestructura puede entrar en marcha de forma completa «en un mes» y tener resuelta «la problemática que teníamos de manera definitiva». Y es que la cuestión ya no solo eran los vertidos fecales en Camí de Cabres por los que se imputó al alcalde tras la denuncia vecinal, sino también la saturación de la actual depuradora.

Por lo que respecta a las obras que ha iniciado la empresa Facsa, consisten en conectar un colector entre el norte y sur del río Belcaire, cruzando el mismo por debajo de uno de los pasos, llegando a las estaciones de bombeo para que las aguas residuales puedan llegar hasta la depuradora. La inversión municipal tiene un coste de 140.000 euros, de los que según explicó el alcalde, Jaime Picher, 40.000 podrían venir vía subvención de la diputación que «espero que cumplan». Las obras se prolongarán un par de semanas.

En cuanto a la depuradora de Moncofa, cabe recordar que las obras se retomaron el pasado agosto tras estar paradas desde 2010 por los impagos municipales de un convenio a tres bandas cercano a los 10 millones de euros de los que el consistorio debía abonar el 80 % y el resto la Epsar y Diputación de Castelló.

Posteriormente se modificó el proyecto pues en un principio la depuradora era demasiado grande y se dejó en una cifra cercana a los 9 millones, de los que el consistorio debía 5. Picher recuerda que fue «un gran sacrificio poder sacar el dinero para pagar todo aquel montante, pero lo hicimos, tanto con fondos propios como con un préstamo, por lo que se reanudaron las obras que están a punto de terminar» todo ello «tras muchas trabas administrativas y problemas, pero lo conseguimos»

Vertidos e imputación

Junto a la saturación de la actual depuradora, desde hace años había un problema histórico y es que la estación decantadora ubicada en la zona de Camí de Cabres tras el crecimiento poblacional no daba más de sí con lo que el excedente de aguas fecales se vertía al mar.

Los vecinos lo denunciaron ante el Seprona y por ello fue imputado el alcalde Jaime Picher, junto con el exalcalde Isach y el edil de Medio Ambiente. Picher señaló que cuando él llegó al gobierno de Moncofa, el problema ya estaba «y poco a poco buscamos solucionarlo para siempre, por lo que aunque costó, buscamos el dinero para tener la depuradora y además desde el año pasado y hasta que esté todo en marcha, en cubas se llevan las aguas fecales de la zona afectada para su tratamiento».

«Nadie está orgulloso de una imputación, pero todos deben saber que hemos luchado para el bienestar de hoy y del mañana y al mismo tiempo no hundir económicamente más el consistorio. Nuestra principal misión de los últimos años, a la espera de que la Epsar conecte de manera definitiva la maquinaria, se puede dar por cerrada y cumplida, pues ya no hay vertidos y además solventamos todos los problemas de depuración del municipio».

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