Fernando Barceló (Specialized Contador) ganó el XXXVI Trofeu Penyagolosa, tercera etapa de la Volta a Castelló, después de lanzar un ataque lejano en el Alto de la Bassa, a 30 kilómetros de meta; se movió junto a Altur y Reguero entre Benafigos y el Puerto de Vistabella, y remató la etapa en el tramo decisivo del puerto final. El cántabro Diego Tirilonte resistió con el maillot amarillo: el líder se descolgó en el penúltimo puerto de Benafigos, pero gestionó la renta que logró el día anterior: entró el 25.º, a 1:14 del ganador, y así se convierte en el ganador de la Volta a Castelló 2015.

«Anoche le dije a mis directores que me quería mover», narraba Barceló tras la etapa. «En el Alto de la Bassa tenía buenas sensaciones, le pregunté a mi compañero Javi [Linares] si tenía piernas para irnos juntos. El equipo me ayudó muchísimo». Un año después de alzar los brazos en Castelló en el Trofeo Víctor Cabedo, Barceló volvió a sumar en la provincia. Atacó antes que el resto de favoritos y dio caza a la escapada del día, donde rodaba su compañero Diego Pablo Sevilla.

Durante la subida al Alto de Benafigos se movieron el resto de favoritos, con los Caja Rural RGA a la cabeza. Cazaron a Barceló y coronaron por delante. Pero en un instante de calma tensa, Marcos Altur (Caja Rural) se movió con Gabriel Reguero. Barceló tardó más en reaccionar, pero mostró su formidable punto de forma cazándolos con rapidez.

Mientras tanto, el líder de la carrera Diego Tirilonte (Infisport) corría su particular carrera para defender el maillot amarillo. Intentó reaccionar a los ataques de los Caja Rural en Benafigos. Pero no pudo. Entonces encontró su marcha y buscó Vistabella con un esfuerzo en solitario. Sin referencias.

Barceló y Altur jugaron sus opciones de victoria en Vistabella. Eran los más fuertes de la cabeza de carrera, primero atacó Altur y reaccionó Barceló. Y entonces le remató el pupilo de Contador, a 1500 metros de meta. Un 1:13 por detrás entraba Tiry. «Subí a mi ritmo, no tenía referencias, no sabía si iba a ganar o no. Cuando entré en meta y oí a Juan Mari [Guajardo, el speaker] narrar que mantenía el liderato, no pude aguantar las lágrimas. Estoy emocionado, es mi mayor victoria».