Alfonso Bataller renunció a primera hora de la mañana de ayer a su acta de concejal para evitar así las cámaras y los focos de los periodistas. El exalcalde de Castelló se despide del ayuntamiento sin ruido y en soledad. María España lo sustituye después de rechazar la concejalía también Marisa Ribes, que iba la siguiente en la candidatura del PP. Bataller prevé dejar próximamente la presidencia local del partido.

El sábado, el ex primer edil participó en la investidura por «respeto a los 21.000 votantes del PP», según afirmó el viernes en la rueda de prensa de despedida, y ayer confirmó su final político.

El adiós de Bataller de ayer se convirtió en una paradoja de lo que fue su mandato. En cuatro años el Partido Popular llevó a cabo una intensa campaña de promoción para reforzar su perfil político. Ahora, abandona la política acuciado por la operación Púnica. El viernes aseguró su honradez como gestor público y anunció su marcha de la política en rueda de prensa por el daño que causa esta investigación en su familia. «Me voy con la cabeza alta, con la conciencia tranquila y con su honradez intacta», destacó un abatido Bataller.

El ya ex regidor, que llegó a la alcaldía en 2011 en sustitución de Alberto Fabra, tenía pensado inicialmente continuar de portavoz del grupo popular. Pero su declaración ante la Guardia Civil la semana pasada, por tres facturas del ayuntamiento con empresas implicadas en la Púnica, han podido con su aguante político.

A Marisa Ribes -numero 10 del PP- le correspondía el acta de Bataller, pero la veterana concejala -edil desde 1991- había trasladado su intención de renunciar. De este modo se une al grupo municipal popular María España que figuraba en el puesto número 11 de la lista popular.

Con la de Bataller son ya tres las renuncias de concejales populares a su acta, ya que además de Ribes, María José Arquimbau dejó su acta el 27 de mayo para que Vicent Sales -que ocupaba el puesto número 9} pudiera entrar a formar parte del grupo municipal.

Begoña Carrasco, Juan José Pérez Macián y Vicent Sales integran ahora el núcleo del grupo popular. Carrasco ocupa la portavocía, Pérez Macián la portavocía adjunta y Sales repite de diputado provincial junto a Javier Moliner. Carrasco también reemplazará a Bataller en la presidencia del Partido Popular de Castelló. Asumirá este cargo transitoriamente hasta la celebración de un congreso local, tras las generales.