Esquerra Unida terminó ayer con la interinidad abierta tras la dimisión en bloque de la Ejecutiva por la debacle electoral del 24 de mayo y escogió una nueva dirección marcada por el continuismo. Marga Sanz vuelve al cargo de coordinadora al ganar la votación con una candidatura en la que no se integraron ni el que fue candidato a la Generalitat, Ignacio Blanco, ni ninguno de los jóvenes cargos que han ganado cuota de protagonismo en los últimos años: la exdiputada Esther López, la exdiputada provincial Rosa Pérez o la actual eurodiputada Marina Albiol.

Sí aparecen en el nuevo equipo de Sanz el diputado en el Congreso Ricardo Sixto, el exparlamentario Lluís Torró o la dirigente Estefanía Candel. Rosa Pérez sí formará parte, ya que, como diputada provincial, entra en la dirección con voz y voto. También se invitará a las reuniones a la eurodiputada Albiol.

La situación en la formación de izquierda, ahora mismo, es de cierta división. La propuesta de Sanz aprobada por el Consell Polític Nacional celebrado ayer en la sede de CC OO contó con 66 votos a favor, 39 en contra y tres abstenciones. Un 35% en contra, más o menos. Hace unas semanas, en el primer consell nacional tras la elecciones, el informe de la coordinadora ya salió adelante con una fuerte contestación interna.

Fuentes de EU señalaron, en todo caso, que Sanz ofreció entrar en la dirección a los cargos institucionales que más protagonismo tuvieron durante la pasada legislatura, con Ignacio Blanco a la cabeza. Sin embargo, rechazaron participar en una ejecutiva que nace así con el sello del continuismo y que desde el sector crítico se entendía que no podía liderar Marga Sanz.

La coordinadora reelegida, con todo, explicó que trata de un puente hasta las generales para no embarcar a EU en una asamblea extraordinaria en puertas de una campaña decisiva. «Vamos a políticas de convergencia y unidad popular a través de plataformas como los Guanyem de Alicante o Alcoi», anunció Marga Sanz. La coordinadora aclaró que tras las generales convocará el congreso extraordinario y se hará a un lado.

De momento, mantiene abierta su Ejecutiva a Blanco y el resto de cargos institucionales de la pasada legislatura, a quienes aspira a implicar en las fórmulas de convergencia para las próximas generales. «Esta va a ser una coordinadora colegiada», señaló.

Asamblea tras las generales

El partido se enfrenta ahora mismo a una parte final del año trascendental y en la que se juega su futuro en las elecciones generales, mientras en Madrid el equipo de Alberto Garzón busca la visibilidad a través plataformas que superen la propia estructura de IU. Entre los apoyos de Sanz ayer no aparecen quienes han protagonizado algunos de los movimientos de unidad popular que se han constituido en las últimas elecciones, como el Guanyem de Alicante o la agrupación de partidos en Gandia.