La temporada arrancó bien y tuvo un final feliz. Un gran colofón para el esfuerzo realizado. El Vinromà formó un buen bloque para estar arriba y la regularidad le convirtió en un claro aspirante al ascenso de categoría. Vall d'Alba, Moró y Xert fueron durante varias jornadas sus duros competidores, pero al final nadie le pudo seguir el fuerte ritmo y acabó la temporada con diez puntos de ventaja respecto a su más inmediato perseguidor, que en su caso fue el Vall d'Alba.

La escuadra rojilla que ha entrenado Miguel Ángel Fabregat y que él mismo seguirá dirigiendo la próxima campaña, saldó sus veintiocho encuentros de Liga con veintiún triunfos, seis empates y una única derrota, después de anotar 76 goles y encajar 23 tantos. Cabe destacar, en la faceta realizadora, a tres futbolistas que acabaron la temporada con cifra de dos dígitos. Borja Pino se marchó a los 21 goles, por los 13 de Saúl González y los 12 de Áxel Blázquez.

Sólo una derrota

El único encuentro perdido esta temporada por el conjunto covartxí fue en casa, en el campo El Temple, el 6 de diciembre pasado ante el Vall d'Alba, por 1-3. A pesar de marcar primero con gol de Sergi Esteve, luego los gualdirrojos voltearon el marcador con dianas de Elyousti Badreddig (por partida doble) y Antonio Molés. Fue un partido tenso y duro. El Vinromà acabó con nueve futbolistas en el terreno de jugadores.

Su campo, principal aliado

Los equipos del grupo I de la Primera Regional saben ahora que tendrán que visitar uno de los campos más complicados de la provincia de Castelló, más que nada por las reducidas dimensiones con las que cuenta. El Temple, eso sí, será el mejor aliado del equipo que entrena Miguel Ángel Fabregat que buscará consolidarse en la categoría.

El bloque se va a mantener ya que el presupuesto será muy justo. Se renovará a gran parte de la actual plantilla, mientras que el capítulo de altas será menos numeroso. Se calcula que llegarán cuatro o cinco refuerzos de chavales de la comarca para darle consistencia a las diferentes líneas del equipo.