Los comercios de Castelló inician hoy las rebajas de verano y lo hacen con optimismo contenido. Están convencidos de que las ventas crecerán respecto a las campañas estivales de años anteriores, aunque no lanzan las campanas al vuelo. La asociación de comerciantes Centre Ciutat Castelló cifra en un 5 por ciento el aumento de ventas, que se dejará notar especialmente en los negocios de ropa y calzado.
«El comercio remonta, pero con mucha moderación», explica el presidente del colectivo, José Luis Verchili, quien admite que los primeros cinco meses del año han sido algo mejores que el mismo periodo de 2014, con casi un 3 por ciento de crecimiento de ventas. Por ello, espera que las rebajas consoliden la tendencia al alza: «al menos, desde hace unos meses, ya empezamos a vender más», apunta Verchili.
También constatan ese tímido crecimiento desde la asociación de comerciantes Centrics, que aglutina a establecimientos del centro de la ciudad. Su presidente, Antonio Adell, prevé una mejora en la campaña estival de rebajas, aunque no observa «una gran diferencia con años anteriores porque seguimos en crisis». Además, lamenta que este periodo de descuentos se circunscribe básicamente al textil porque, a su juicio, «es el único sector que puede hacer rebajas atractivas».
Más optimistas son en el ámbito de las grandes superficies. Desde El Corte Inglés de Castelló apuntan que «estas serán unas rebajas importantes». Hacen hincapié en que aunque otros años han obtenido buenos resultados, este verano «serán mejores», aunque no se atreven a hablar de cifras.
Tanto en el pequeño comercio como en las grandes distribuidoras los descuentos tendrán mucho que ver en el funcionamiento de las rebajas y este verano, como ya es habitual desde el comienzo de la crisis, la campaña estival comienza con bajadas de precio «agresivas». Así lo explica José Luis Verchili, quien cifra los descuentos iniciales en un 40 o un 50 por ciento. En este sentido, Antonio Adell asegura que en los últimos años entre los comerciantes «hay una carrera para ver quién da más».
En cualquier caso los comerciantes tendrán que competir con la playa y las terrazas para atraer a la clientela, ya que julio y agosto suelen ser meses «flojos» para las ventas en Castelló, según dicen desde el sector, por el «éxodo» de residentes que dejan la ciudad y se instalan en poblaciones vecinas como Benicàssim.
