La banda inglesa Florence + The Machine abrió ayer el Festival Internacional de Benicàssim con una actuación sobresaliente que estremeció a un público rendido a los pies de la arrolladora delicadeza de Florence Welch e hizo tocar el cielo a la cita decana de la música independiente en España.

La vigésimo primera edición del FIB arrancó con el habitual calor, la habitual masa de público británico y el recinto habitual, pero con una fuerza inusitada que catapultó, sin necesitar más que un día, al festival al nivel de excelencia avalado por un espectáculo que va a ser muy difícil de superar por el resto de cabezas de cartel.

Después de que el lunes abrieran las puertas las zonas de acampada y el peregrinar de los "fibers" haya ido en aumento, la música inundó por fin el recinto de conciertos de Benicàssim con las ganas a estrenar el ímpetu que se luce el primer día.

El escenario principal Las Palmas arrancó su programación con Trajano! a las 19.15 horas, a los que siguió Swim Deep y los mallorquines L.A.

La banda de Luis Alberto Segura presentó los temas de su último trabajo "From The City To The Ocean Side" trasladando a los asistentes a un viaje costero en el que sopla una suave brisa y se pone el sol, tal y como sucedió ayer noche en Benicàssim.

Durante la mayor parte del concierto, el grupo estuvo acompañado por Lourdes Hernández -Russian Red- en un segundo plano y como quien no quiere la cosa, tocando la guitarra o acompañando ligeramente con la voz a Luis Alberto Segura en algún tema.

Los de Cambridge, Clean Bandit saciaron a su compatriotas a golpe de hit radiofónico y dieron paso a los siempre energéticos Crystal Fighters.

Capitaneados por Sebastian Pringle -londinense afincado en el País Vasco que apareció con su larga melena rapada- ofrecieron su frenética dosis de electrónica indie con estética y filosofía hippie rodeados de vegetación, instrumentos de madera y propagando consignas de paz y amor.

Pero quien estuvo realmente tocada por la varita mágica de la genialidad fue la pelirroja Florence Welch.

Descalza y con una vaporosa blusa blanca -del mismo color que su pantalón- la británica se contoneó, bailó, se arrodilló y se tumbó en el escenario, todo sin mostrar la más mínima flaqueza.

Con un sonido tan impecable como su voz, el escenario Las Palmas se llenó de destellos vítreos y de intensas luces rojas y azules para dar comienzo a una actuación en la que la vocalista estuvo implicada desde el primer minuto, cómplice con el público con el que bajó al foso a cantar a tocando a sus fans y susurrándoles la letra al oído.

Welch interpretó los temas de su último trabajo "How Big, How Blue, How Beautiful", junto con otros de trabajos anteriores ampliamente coreados por el público hasta llegar al cenit con el estremecedor "You've Got The Love".

Pero Florence no solo cantaba deliciosamente sino que pregonaba amor y pidió una bandera del arcoiris que se agitaba entre el público para agitarla cantando e hizo subir al escenario a una niña que portaba un cartel que rezaba "Florence a Hug" (un abrazo Florence) para -tal y como pedía- abrazarla larga y cariñosamente.

La noche continuaba a golpe de pinchadiscos con Luis Le Nuit y Miqui Brightside y hoy es el turno para Noel Gallagher's High Flying Birds, The Prodigy, Palma Violets, La Bien Querida, Jamie T o Polock entre otros.