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Que el FIB os acompañe

Hace casi un siglo, a principios de los noventa, había dos lugares en el mundo cuya música me llamaba la atención de una forma inexplicable. El primero era Seattle, yo venía del punk, del hardcore-punk, me costó aceptar que una banda mayoritaria como Nirvana eran capaces de hacerme sentir tantas cosas, y encima tras ellos vinieron docenas de otras buenas bandas que forraron las paredes de mi habitación y apaciguaron mis catástrofes de adolescente. El otro lugar estaba cerca de mi pueblo. Tan sólo tenía que coger la bici y pedalear hasta perderme entre casas de campo y naranjos. En una de ellas vivía un antiguo compañero del conservatorio de música, y en la caseta de aperos, un cubículo de no más de cinco metros cuadrados, ensayaba su primera banda, para mí inolvidable, y que, por desgracia, poca gente pudo conocer, se deshicieron pronto. Eran Poor Fish, un grupo que podía tapar la boca a cualquiera, y cuando digo cualquiera, digo cualquiera. No me crean si no quieren, olviden lo que he dicho. Quizá soy un loco.

Poor Fish fue la primera formación de Félix Gimeno Sánchez. El primero de muchos proyectos musicales. Todos y cada uno de ellos han despertado buenas críticas y se han ganado el respeto del público. Pero hay una banda de ésas que fue pionera y consiguió desactivar el escudo de protección de la Estrella de la Muerte y tocar en el FIB en 1999. Me refiero a Freses. Su aparición en el festival es una leyenda en la provincia. Pero para ellos fue todo más sencillo. Entraron en el cartel por una serie de carambolas, es decir, una coincidencia y unas cuantas cervezas. Y una vez en el cartel, llegaron, tocaron, se bañaron en pelotas en la piscina de la zona VIP y se deshicieron. Si eso no es dejar el listón alto no sé qué debe serlo. Félix no sé si es consciente de ello. Me dice que no había mucha gente cuando tocaron, a primera hora, y que subió más tarde al escenario para ver lo que se sentía con el aforo completo y aquella marea humana entregada. Esa imagen se la llevó para siempre. Me dice que tiene pensado asistir al FIB 2015 para ver a deBigote. Tocan esta tarde. Que la fuerza les acompañe a ellos también.

Pero mientras escribo esto todavía es sábado. El recinto es un hormiguero. Acaban de dar una lección de humildad Curtis Harding y su banda. Kaiser Chiefs también acaban de hacer sonar su religión, han convertido el escenario principal en su Plaza de San Pedro. Blur llegarán como la lluvia de hace un rato, entre rayos y truenos, y gritos, carreras, abrazos, dejando besos a medias, arrasando con todo. A veces hay que dejarse llover encima. Que el FIB os acompañe.

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