Miguel Llambrich es un portento físico que finalizada su etapa juvenil ha dado el salto al Villarreal C, aunque realiza la pretemporada en el primer filial amarillo. Ésta será su octava campaña en la entidad de la Plana Baixa y confía en adaptarse bien a la nueva categoría y al nuevo entrenador, Carlos Pérez Salvachúa. «Ahora es tiempo de sufrir y de trabajar. Mucha carga de trabajo, mucho cansancio y mucha calor», apunta el joven lateral amarillo.

La temporada pasada fue redonda para él y para el juvenil A del Villarreal: campeón de Liga y de la Copa de Campeones. Ahora toca dar un salto y empezar en el segundo filial, el de Tercera División. «Doy el paso a un fútbol más aguerrido, contra equipos con gente veterana; otros son buenos rivales. Será un año donde los más jóvenes también vamos a madurar», aseguró.

Miguel Llambrich será uno de los muchos jugadores que acaban su etapa juvenil y dan el salto al Villarreal C. «Subimos muchos, un buen bloque muy compenetrado porque llevamos mucho tiempo trabajando juntos. Seguiremos siendo un bloque; los que subimos y los que se quedan de la pasada temporada». El sábado jugó 45 minutos con el primer filial en San Pedro del Pinatar contra el Betis B, al que vencieron por la mínima (1-2). «Fue una experiencia muy bonita, y además estuve en el once titular. Toca apretar mucho. Yo sé que dentro de poco me incorporaré al C, pero quiero apretar mucho durante estas primera semanas», concluyó.