Algo más de un año después de la filtración de hidrocarburos en la red de agua potable de la zona de la playa, desde el Ayuntamiento de Xilxes continúan trabajando para reducir el área afectada y poco a poco se van abriendo nuevas zonas normalizadas. Aunque ha sido pequeño, el último avance ha afectado a cuatro viviendas que quedan ya fuera del ámbito de agua no potable en el núcleo marítimo, por lo que el agua no apta para el consumo humano se reduce ahora únicamente a 29 domicilios y al camping que existe en la zona.
Así según ha hecho público la empresa Facsa por orden de las autoridades sanitarias, la zona de viviendas con agua no apta para el consumo humano se restringe a las viviendas de las calles 14 y 15, así como a tres viviendas de la calle Cerezo, una de la calle Mare Nostrum y al camping Mediterráneo.
El alcalde de Xilxes, José Martínez, aseguró que siguen trabajando «para buscar la solución definitiva al problema que llegó con aquella filtración de hidrocarburos, pues se ha logrado una reducción importante de viviendas». En este último período «se ha conseguido abrir el agua sin restricciones a cuatro nuevas viviendas, pero seguimos pendientes de otras 29 y el camping». En cuanto a las viviendas señaló que quieren ser «optimistas en general pues tras dos analíticas los datos son buenos, pero tenemos que esperar a que estén las ocho previstas realizadas sin rastro del contaminante para poder avanzar».
Pese a los buenos registros, aún resta una casa «que sigue dando positivo, por lo que habrá que actuar en ella» al mismo tiempo que se hace en el camping. De confirmarse tras las ocho analíticas las buenas perspectivas generales, no será necesaria una segunda fase del tratamiento con hielo, el denominado ice pigging, aunque sí habrá que actuar en la vivienda que sigue dando positivo.
Filtración de gasóleo
Las alertas saltaron el 25 de julio del año pasado al detectarse la filtración de gasóleo en la red del agua potable a través de un vivienda con epicentro en las calles 6 y 7 de la playa del Cerezo provocando la declaración inicial del agua de todo el núcleo marítimo como no potable, cuestión que pronto se levantó en su mayoría quedando reducida a las áreas más afectadas donde se han venido prolongando los tratamientos y analíticas hasta el momento.
