El Madrigal asiste silencioso a la posibilidad de que su nombre cambie pronto al estadio de la Cerámica. La casa del Villarreal se encuentra a la espera de ver si la propuesta de la directiva de rebautizar el feudo y remodelarlo con el azulejo como principal elemento prospera, mientras se prepara acoger la décimoséptima temporada del conjunto de la Plana en Primera División. Ésta coincide con el 90 aniversario de su nombre porque, aunque el campo se inauguró el 17 de junio de 1923, no fue hasta 1925 que empezó a conocerse por su denominación actual.

El hogar del submarino, que toma su nombre de la partida sobre la que se erigió, ha sido testigo mudo del crecimiento del club, desde la categorías más modestas del fútbol nacional hasta semifinales de competiciones europeas. De hecho, El Madrigal ha visto partidos del Villarreal en todas las categorías del fútbol nacional por lo que la historia del club castellonense no se podrá desligar nunca del estadio situado en la plaza del Llaurador.

En su nacimiento, las dimensiones del campo apenas alcanzaban los 92x47,5 metros. En aquellos tiempos de posguerra en los que el Villarreal comenzó a jugar como club profesional, allá por la segunda mitad de los años 40 del pasado siglo, el campo necesitó de la ayuda de todos para poder albergar partidos. En la campaña 1947-48, se tuvieron que mejorar las instalaciones para que la Federación diese su visto bueno a que el equipo amarillo jugase allí. Además, en 1949, el impracticable estado del terreno de juego obligó a gastar 14.00 pesetas de la época para que el fútbol no se detuviese en El Madrigal.

Dos veranos después, el ayuntamiento decidió ampliar las dimensiones del terreno de juego que se asemejó al estadio Olímpico de Helsinki, aunque sólo fuese en sus dimensiones, 105x65.

A medida que crecía el club, El Madrigal también iba haciéndose mayor. El Villarreal asomó la cabeza en Segunda División a principios y el estadio amplió su aforo hasta alcanzar los 7.500 espectadores con la construcción de la tribuna cubierta y la mejora de la grada de preferencia. Incluso se hizo la luz en 1973. El 16 de septiembre, en un Villarreal-Eivissa, se inauguró la instalación eléctrica en El Madrigal, con lo que se pudieron comenzar a disputar encuentros nocturnos.

Entre Europa y la selección

Los años 90 del pasado siglo y el arranque de esta centuria han visto los momentos más gloriosos de El Madrigal. En 1999, un España-San Marino de clasificación para la Eurocopa del 2000 llevaba a la selección por primera vez hasta el feudo del submarino. En 2008, la selección repetía con un amistoso contra Chile. Los dos duelo terminaron con victoria de la Roja, 9-0 el primero y 3-0 el segundo.

Además, en 2005, el estadio se tuvo que adecuar para acoger duelo de Champions League. Una nueva remodelación que no era más que un capítulo en el crecimiento del estadio. En 1988, se derribó la antigua tribuna y se estrenó la nueva en un duelo contra el Valencia. Fueron años en los que El Madrigal alcanzó los 10.000 espectadores de aforo. Pero la llegada de Fernando Roig y el ascenso a Primera dispararon la capacidad del estadio que ahora alcanza los 25.000 espectadores. A la espera de saber cuál será su futuro, la historia del Villarreal se sigue escribiendo en El Madrigal.