¿Qué sensaciones le deja su debut en el Ciutat de València el jueves pasado?

Una alegría inmensa por estar en este club que me ha abierto las puertas, en este estadio, vistiendo esta camiseta con tanta historia.

Una lástima su remate de cabeza al larguero...

Era un remate difícil y si hubiese entrado yo hubiese sido más feliz todavía. Pero trabajé mucho, me esforcé y aporté cosas al equipo. Eso es lo que vale, independientemente de la victoria. La derrota ya pasó y hay que levantar la cabeza y seguir trabajando.

¿Los remates de cabeza son su especialidad?

Sí, es una de las cualidades más fuertes que tengo. Una de mis jugada preferidas. También lo es luchar con los centrales para el equipo. En Alemania me llamaban «el canguro» por mis saltos, por la forma de saltar y de luchar y bregar con los defensas. Para mí todo el balón que viene por alto es como oro. Siempre pienso en ganar esos balones por arriba. El 90% de las veces lo consigo.

Se le vio pelear muy intensamente con los centrales del Villarreal...

Es normal que los atacantes y los defensas choquen y discutan. Eso pasa dentro del campo. Fuera del campo no pasa nada, todos somos iguales. Todos luchamos por nuestro trabajo, por nuestro equipo y nuestra familia. Estas cosas son normales en el fútbol.

¿Siente la presión de ser uno de los fichajes más caros de la historia del Levante UD?

Estoy contento porque el club apostó por mí. Ahora tengo que responder con mi trabajo. Espero contribuir con goles, pero no hablo de los goles que haré, sólo del trabajo para ayudar al equipo.

Había más equipos que le pretendían, ¿por qué se decidió finalmente por la oferta del Levante UD?

Porque siempre luchó por mí. Dio la cara, no como el Betis, que sólo llamó pero no concretó nada. El Levante UD sí que fue allí, dio la cara y demostró su interés por mí para ficharme. Escogí el Levante UD por ese motivo.