El equipo de gobierno progresista de la Vall d'Uixó anunció ayer que ha solicitado la revisión catastral a la baja, por lo que a partir de 2016 se aplicará un coeficiente del 0,70 a los bienes de naturaleza urbana. La alcaldesa, Tania Baños, aseguró que esta decisión «marca un punto de inflexión en la forma de hacer las cosas en el ayuntamiento, porque en solo dos meses hemos cumplido con lo que dijimos y hemos pedido la revisión».

Esta decisión beneficiará a más de 18.000 recibos y conllevará ventajas como la bajada de la plusvalía en un 30 % en las liquidaciones que devenguen a partir del 1 de enero del próximo año, o la bajada del impuesto de transmisiones patrimoniales a las compraventas que se produzcan a partir de esa misma fecha.

Además, los inmuebles a declarar en el IRPF tendrán un menor gravamen, así como las personas que deban tributar por el impuesto sobre el patrimonio. De la misma manera, «los valleros y valleras tendrán más posibilidades de obtener becas y ayudas cuando se bareme el valor de la vivienda, ya que tendrán un menor valor catastral que ahora», explicó el primer teniente de alcalde, Antoni Llorente.

El segundo teniente de alcalde, Jordi Julià, destacó que la revisión del IBI responde a que el nuevo equipo de gobierno tiene «una voluntad real de reducir esta carga impositiva que está afectando a los valleros y valleras». En este sentido, remarcó que supone «un esfuerzo» porque «al llegar al ayuntamiento nos hemos encontrado con una situación muy complicada a la que nos ha llevado la gestión de los últimos 8 años». «El anterior equipo de gobierno incumplió la regla de gasto en 1,1 millones de euros y nos ha dejado sentencias judiciales por por más de 2,4 millones de euros».