El gobierno tripartito de Borriana ha decidido eliminar el encierro de toros cerriles que se celebraba en los últimos años en las fiestas de la Misericòrdia. Lluïsa Monferrer, concejala de Fiestas, explicó ayer que se ha prescindido del evento por falta de presupuesto y por la preferencia de invertir en otros aspectos.
El regidor del Partido Popular Carlos Solá, ahora en la oposición, criticó ayer la decisión exponiendo que este encierro es el «único» que genera un impacto económico positivo en la ciudad debido a la movilización de gente que conlleva. «En los dos últimos años, venían unas cinco o seis mil personas que se quedaban a almorzar y a ver el toro de la tarde», explicó ayer el concejal. Incluso, había que habilitar una zona de aparcamiento en batería para poder recibir a un mayor número de personas.
«Además, los toros ya están comprados y no supone ningún coste porque ya tenemos las barreras», añadió Solá. Por contra, la nueva concejala aseguró que la organización de un evento de estas características sí conlleva gastos como la seguridad o las ambulancias, además de que, según aseguran desde el gobierno, el encierro no tenía la repercusión económica defendida por el PP. Desde el PP también se acusa al equipo de gobierno de no destinar fondos para este evento, pero sí para comprar un toro más que en las fiestas de 2014. Monferrer rechazó esta acusación y explicó que el número de toros que se compran es el mismo que en 2014, pero que «uno de ellos ha sido pagado por el ayuntamiento ante la imposibilidad de hacerlo de las peñas taurinas».
El resto de encierros, con toros de corro, continúan de la misma manera celebrando uno por la mañana y otro por la noche con toros embolados.
«Este año hemos decidido invertir en otras cosas, pero no nos cerramos puertas a que el encierro de toros cerriles vuelva en años posteriores», concluyó la concejala.
