Castillos hinchables y parque infantil. Volteo de campanas. Procesión. Misa solemne. Recogida de Damas y Reinas. Proclamación de Damas y Reinas. Pasacalles y partida de pilota. Partida de ajedrez humano. Concurso de guiñote. Concursos de dibujo, pintura y manualidades. Concurso de disfraces. Concurso de paellas. Concurso de ganaderías. Concurso de recortes. Entrada de toros. Montaje de cadafals. Toros en la plaza. Toro embolado. Toro embolado infantil. Encierro infantil. Encierro infantil de toros embolados. Prueba de ganado vacuno. Prueba del toro cerril. Tombet de toro. Cagada de manso. Toros en el camino real. Toro mecánico. Toro de la merienda. Vaquetes confiteres.
Música, también, algo.
Llega agosto y tu pueblo es mejor que el mío. Tu pueblo es mejor que los demás y eso lo sabe cualquiera. Sobre todo si por la noche asoma en un escenario La Kinky Band, un peculiar combo de baile, música y fiesta que depara las mejores verbenas de la provincia. El invento nació en 2010, en el pub el Gat de Albocàsser, con miembros de pueblos como Villafranca o Culla. «Primero queríamos montar una banda de tangos», apunta Robert, el cantante de la Kinky, «pero luego derivamos hacia lo que somos ahora». ¿Y qué son? «Una banda de versiones de fiestas».
Robert está bien acompañado en cada una de las paradas de la agotadora gira estival, que ya ha pasado por Cantavieja, Cinctorres (en el Aplec), la Torre d'en Doménec, la Pobla Tornesa y Benadressa, y que afronta este fin de semana un triplete poderoso: hoy tocan en Vilafranca, mañana en Argelita y pasado en Torrechiva. Y hay más, hasta el final del verano: Albocàsser, Nules, Torre de Arcas, Ares del Maestrat, Vistabella, Betxí...
El secreto del éxito de la Kinky Band radica en la experiencia. Son muchos veranos de muchas verbenas en muchas orquestas y muchas madrugadas de agosto. A esas horas, uno observa y aprecia qué funciona entre los jóvenes cuando los abuelos se retiran y duermen en sus casas. «Somos de fiesta de verano. Tocamos versiones pero no las típicas de las orquestas de pueblo». El criterio lo marca la «diversión» y ellos la aseguran. La propia y la ajena, con el oficio suficiente para defender el repertorio con solvencia en un directo que tira de rock, de ska y de lo que haga falta, y se alarga durante tres o cuatro horas.
La Kinky, reforzada en los últimos tiempos con miembros de Agraviats, La Rana Manca o Almorranes Garrapinyades, la forman a día de hoy Andrea Rosselló (voz), Robert Martínez (voz), Pablo Molina (batería), Carlos Mercé (guitarra), Chanque (bajo), Mar Pallarés (teclados), Levi Rull (trompeta), Vicent Giner (trombón), Iván Pitarch (saxo tenor) y Enric Giner (saxo alto).
Conviene que pasen por las fiestas de tu pueblo, para decir que siguen siendo mejores que el resto.
